por George Sidney Hurd
-- Nuestro Padre Dios es presentado repetidas veces en las Escrituras como un “Fuego Consumidor.” Esta representación bíblica de Dios ha sido interpretada por algunos como si dijera que Dios finalmente va a incinerar a todos, menos los que confiesan a Jesús como Señor en su breve vida. Dirían que el Fuego Consumidor consume el individuo mismo – borrando su existencia por completo. La interpretación tradicional, que ha sido la creencia más común en el cristianismo desde el Siglo VI, también presenta el Fuego Consumidor como si fuera dirigido contra la persona como individuo. Sin embargo, según esta interpretación, el Fuego Consumidor nunca consume totalmente al individuo. En lugar de eso, Él sostiene a los que no respondieron apropiadamente al evangelio en un estado consciente de tormentos en llamas – siempre ardiendo en las llamas, pero nunca siendo consumidos. Ambas proposiciones son tan aterradoras que la mayoría de los cristianos las bloquean de su mente – evitando cualquier reflexión pensativa sobre sus implicaciones. Pero, hay cada vez más de los que no son cristianos que sí han pensado en las contradicciones morales y lógicas que tales doctrinas presentan. Ellos rechazan la idea de que un Creador sabio y benevolente, que habita en la eternidad y ve el final desde el principio, crearía al hombre y pondría en marcha un plan, sabiendo todo el tiempo que culminaría en tal tragedia tan inimaginable para la mayoría de la raza de Adán. A mi pensar, ambos grupos ignoran la verdadera naturaleza y motivación de nuestro Fuego Consumidor como Él es revelado en las Escrituras. El profeta Malaquías nos revela la verdadera naturaleza y fin de este fuego: “Pero quién podrá soportar el día de Su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando El aparezca? Porque Él es como fuego DE FUNDIDOR y como jabón de lavanderos. Y El se sentará como fundidor y purificador de plata, y purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que presenten ofrendas en justicia al Señor.” (Mal 3:2,3 NBLH) ¿Cuál es la naturaleza y propósito de Su fuego? Es fuego de Fundidor. El fuego de un fundidor no consume todo lo que es sujetado a él: Solo consume la escoria para purificar lo que es precioso a los ojos del fundidor. Tampoco dura para siempre. Solo dura hasta que haya purificado lo precioso. Su fin es restauración – no aniquilación o tormentos perpetuos. El final del plan de Dios en crearnos es la restauración final de todos en las épocas venideras, para la alabanza de la gloria de Su gracia. (Hch 3:21; Rom 11:36; Fil 2:10, etc.) La imagen de Dios como un Fuego Consumidor se ve a través de las Escrituras, comenzando cuando Él sacó a Israel de Egipto – “el horno de hierro:” “Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día.” (Deut 4:20; cf. 1Reyes 8:5; Jer 11:4) Aquí vemos la primera etapa en el proceso del Fundidor con Su pueblo escogido. De la manera en que Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser probado por el diablo, los primeros descendientes de Abraham fueron llevados al horno de la aflicción en Egipto. El horno de hierro no los convirtió en oro, pero sirvió para apartarlos de las naciones no-refinadas (naciones mena de hierro) del mundo como Su propio pueblo. Conforme va progresando la historia de Israel, vemos el proceso de refinamiento para Su pueblo descrito con metales cada vez más preciosos, culminando en las pruebas de fuego para la Iglesia Judía/Gentil que nos convierte en oro puro (1Pedro 1:7; Apo 3:18). Dios jamás ha olvidado el resto de las naciones, pero el tiempo del refinamiento de ellas aún no ha venido a plenitud; eso espera los tiempos de la restauración de todos. (Hch 3:21) Dios deja en claro que el fuego que nos refina no es fuego literal, como algunos piensan, sino el fuego de aflicción intencionado para purificar nuestros corazones: “He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.” (Isa 48:10) “El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero Jehová prueba los corazones.” (Prov 17:3) Aunque muchos hoy no ven la intención benévola y purificadora de Dios en las descripciones de fuego de aflicción en la Biblia, el salmista claramente entendió que el horno de fuego del Fundidor es verdaderamente bueno y diseñado para nuestro beneficio: “Porque tú nos probaste, oh Dios: nos refinaste como se refina la plata. Nos metiste en la red; pusiste aflicción en nuestros lomos. Hombres hiciste cabalgar sobre nuestra cabeza; pasamos por el fuego y por el agua, pero nos sacaste a un lugar de abundancia.” (Sal 66:10-12 RVG) “Antes que fuera afligido, yo me descarrié, Pero ahora guardo Tu palabra. Bueno eres Tú, y bienhechor…. 71 Bueno es para mí ser afligido, Para que aprenda Tus estatutos.” (Sal 119:67,71) Vemos Sus Buenos propósitos – aún en los juicios más severos contra Su pueblo rebelde después de haberle desafiado, siguiendo a falsos dioses y cometiendo actos abominables: “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18 Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son bronce y estaño y hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se convirtieron. 19 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto todos vosotros os habéis convertido en escorias, por tanto, he aquí que yo os reuniré en medio de Jerusalén. 20 Como quien junta plata y bronce y hierro y plomo y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundirlos, así os juntaré en mi furor y en mi ira, y os pondré allí, y os fundiré. 21 Yo os juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor, y en medio de él seréis fundidos. 22 Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que yo Jehová habré derramado mi enojo sobre vosotros.” (Ezeq 22:17-22) Si no supiéramos que Dios es Bueno todo el tiempo – aún en Su ira y en Sus juicios más severos, podríamos concluir aquí que Israel ha sido condenado para siempre – que la ira de Dios y Su fuego era para su destrucción irremediable en vez de su restauración. Pero el propósito del horno fue su restauración – no su destrucción, como vemos a continuación: “Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. 25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” (Ezeq 36:24-26) Aquí vemos que, aun cuando en Su ira los impíos obstinados son lanzados en el horno de fuego, Él es bueno todo el tiempo. Sus motivos son redentores y disciplinarios, y el resultado final es purificación y restauración. De hecho, si Él fuera a retener la corrección sería negligencia paterna y no amor. Pero, si Dios fuera a aniquilar a los hombres incinerándolos o atormentándolos en un fuego eterno, sería un castigo excesivo y abusivo e irreconciliable con Su amor. Vemos Su buen propósito y el resultado redentivo en Su horno de aflicción repetidas veces en las Escrituras: “Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios.” (Zac 13:9) “Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.” (Heb 12:10) Invariablemente, a través de todas las Escrituras vemos que Su aflicción de fuego finalmente resulta en restauración. Algunos aceptarían que el fuego de Dios purifica a los elegidos, pero insisten que su único propósito para el resto de la humanidad es atormentarlos o incinerarlos. Sin embargo, Dios no hace acepción de personas. “Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras” (Sal 145:9). Dios es bueno con todos, todo el tiempo – aun cuando tienen que ser fundidos en el horno de fuego. Dios dice a través de Ezequiel que hasta Sodoma, junto con Samaria y la Jerusalén apóstata, finalmente serán todas restauradas (Ezeq 16:53-55). Esto es de acuerdo con la apocatástasis o la doctrina de la restauración final de todos, pero es irreconciliable con las doctrinas de la aniquilación y el castigo eterno. El mismo simbolismo del fuego del fundidor que es utilizado en referencia a Israel y las naciones del Antiguo Testamento son utilizados para describir el horno de fuego escatológico en los Evangelios y en Apocalipsis. Jesús describe la separación que sucederá cuando venga otra vez de la manera siguiente: “Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 13:41-42) En realidad, lo que dijo Dios en Ezequiel 22, describiendo lo que ahora sabemos que fueron juicios temporales contra Israel, suena más drástico de lo que Jesús dijo aquí en referencia a ser echados en el horno de fuego. Además de decir que los echaría en el horno de fuego, Dios les dijo a Israel: “os juntaré en mi furor y en mi ira, y os pondré allí, y os fundiré.” Sin embargo, por más severo que suena, el “horno de fuego” no se refiere al incinerador de Dios, como creen los aniquilacionistas, ni tampoco a una cámara de tortura eterna según la doctrina tradicional de tormentos eternos, sino que habla del fuego purificador del Fundidor divino que consume toda impureza en los que son preciosos a los ojos de Él. El horno de fuego tiene un propósito y no es la aniquilación, sino la purificación y restauración, como vemos presentado a través de las Escrituras (Apo 21:5; Hch 3:21, cf. Mt 19:28; Isa 45:21-24; 25:6-8; Sal 66:3-4, etc.). Jesús es el Salvador del mundo entero y ha redimido a toda la humanidad. Sin embargo, todos estamos dañados y contaminados. Por eso, necesitamos ser refinados y restaurados. En esta época pocos son los que se someten voluntariamente al fuego de aflicción que es necesario para nuestra restauración a la imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, en los tiempos de la restauración de todos, ninguno escapará del fuego consumidor de nuestro Fundidor divino. Jesús vino a salvar a los perdidos y no desistirá hasta que haya atraído a todos a Si mismo. (Jn 12:32; Ef 1:10) En el juicio del Gran Trono Blanco los impíos serán juzgados según sus obras y recibirán su parte en el horno de fuego, también llamado el fuego de Gehena y el lago de fuego y azufre (Apo 20:12; 21:8). Las expresiones “según sus obras” y “su parte” no concuerdan con un castigo eterno (Lc 12:47-48). Además, en dos ocasiones, hablando del fuego de Gehena, Jesús dijo que no saldrían de allí “hasta que” hubiesen pagado su deuda (Mt 5:26; 18:34). Al decir “hasta que,” Él excluye todo concepto de tormentos con un fuego interminable o exterminación. Pero, todas estas expresiones concuerdan perfectamente con las características del fuego del fundidor que solamente continúa hasta que haya purificado lo que es precioso a los ojos del fundidor. Habiendo visto el uso constante de los términos del fundidor a través de las Escrituras, ahora podemos enfocarnos en el objetivo principal de este blog, que es examinar las referencias al azufre y la sal en relación con el fuego a que los hombres son sujetados por Dios. El Lago de Fuego y Azufre “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apo 20:10) “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apo 21:8) Antes de entrar en una explicación del lago de fuego y azufre, hay una aparente contradicción entre estos dos textos como comúnmente han sido traducidos que necesita clarificación. En el 21:8 dice que tendrán “su parte,” que habla de un juicio medido, mientras que en el 20:10 dice: “serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” “Su parte” no puede ser interminable como muchos entienden con la expresión “por los siglos de los siglos.” Trato con este tema con mucho más detalle en mi libro: “El Triunfo de la Misericordia.” Por el momento solo quiero señalar que “por los siglos de los siglos” es una traducción errónea. La frase en el griego literalmente dice “hacia dentro las épocas de las épocas" o "en las épocas de las épocas."
Las épocas son medidas de tiempo y no tienen ninguna relación con la eternidad. Además, la preposición eís expresa “entrada dentro de” sin especificar la duración dentro del período de tiempo llamado “las épocas de las épocas.” La preposición “por” en español es engañosa porque expresa la idea: “a través de.” La frase “a través de” hubiera sido expresado por la preposición griega dia y no con eís. Como “hacia dentro las épocas” suena raro en español uno puede traducirlo como “en las épocas de las épocas” sin cambiar significativamente la idea expresada con eís.
“En las épocas de las épocas” expresa algo que tomará lugar dentro de las épocas de las épocas sin especificar cuánto tiempo ocupa dentro de las épocas. Cuando decimos algo como: “en el siglo XXI el hombre estará en el planeta Marte,” simplemente estamos diciendo que algo sucederá dentro del siglo XXI, sin especificar el tiempo necesario para lograr ese objetivo. Esto es consistente con un juicio medido donde uno es juzgado “según sus obras” – recibiendo “su parte” en el lago de fuego y azufre. Además, una vez que entendemos el objetivo de Dios en el lago de fuego y azufre, llega a ser obvio que no puede durar eternamente. Yo tenía dificultad para entender exactamente qué era lo que significaba el lago de fuego y azufre hasta que leí un artículo escrito por Michael Webber con el título: “What is the Lake of Fire?” (¿Qué es el Lago de Fuego?) [2] En su blog él explica que el lago de fuego y azufre se refiere al crisol del fundidor y que el azufre es añadido para separar las impurezas y otros metales del oro en el proceso de la refinación. Al investigar más a fondo en Google encontré numerosos artículos que confirman y elaboran sobre lo que él dice en su blog. [3] Desde tiempos antiguos el azufre fue agregado al oro impuro al derretirse. Entonces, en el fuego las impurezas y la mayoría de otros metales se unen con el azufre, siendo convertidos en sulfuro que flota a la superficie como escoria donde es removido por el fundidor. Para el fundidor de oro y metales preciosos de tiempos bíblicos, la conexión entre el fuego y el azufre hubiera sido muy obvia. Aun hoy en día el azufre sigue siendo utilizado para refinar el oro, aunque otros métodos más sofisticados han sido desarrollados.
También la palabra traducida “lago” en nuestras traducciones oscurece el significado del texto. La palabra griega es límne. Aunque la palabra a veces se refiere a un lago, a menudo significa “un estanque” o “un charco.” La Concordancia Strong’s la define: “lago, estanque (grande o pequeño).” La misma palabra, que aparece en el Nuevo Testamento refiriéndose a algo tan grande como el Lago de Genesaret en Galilea, también puede ser utilizado para referirse a un estanque o un charco. En ciertos contextos, según Liddel, Scott, Jones, Greek-English Lexicon, límne hasta se puede referir al recipiente que contiene el estanque. En el contexto del fuego y azufre de un fundidor el “estanque” sería el estanque de metal precioso derretido y el “recipiente” sería el crisol del fundidor.
Los traductores de la Biblia, o ignorantes del proceso de la refinación del oro o demasiado influenciados por la doctrina tradicional del castigo eterno, o ambas cosas, han traducido todas las versiones en español que pude consultar como “lago” con la excepción de La Biblia Bover – Cantera, que lo traduce como “estanque de fuego y de azufre.” Sin embargo, una vez que entendemos el proceso de refinar oro, el significado es obvio. Así como la apóstata Jerusalén fue lanzada en el horno de fuego para refinarla, así será en el fin de la época. El propósito del fuego de Dios es purificar el corazón, porque solo los puros de corazón pueden ver a Dios (Mateo 5:8; Heb 12:14). El lago de fuego y azufre apocalíptico es el crisol del Fundidor divino que servirá al propósito de refinar a los corazones, hasta de Sus enemigos más obstinados, resultando en la restauración de todos en las épocas venideras para la alabanza de la gloria de Su gracia.
El Humo de su Tormento “él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado (basanízo) con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento (basanismós) sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.” (Apo 14:10-11) Otro detalle acerca del lago de fuego que deja aún más claro que se está refiriendo al crisol de Refinador – intencionado para purificar a los que son lanzados en él, tiene que ver con el significado de la palabra traducida “atormentado.” La palabra griega es basanízo, que literalmente significa “probar con una piedra de toque.” Las piedras de toque fueron de basalto y eran utilizadas para probar la pureza del oro. Al frotar el oro en la piedra de toque dejaría un pequeño depósito en la piedra, permitiendo que el fundidor experimentado determinara la pureza por el tono del color de la marca. Una prueba adicional de ácido revela si es oro puro o no. Si humo asciende de la marca de oro dejada en la piedra de toque, entonces no es oro puro. Eso es lo que significa cuando dice que el humo de ellos sube.
En el contexto del refinador, la piedra de toque (basanízo) no está hablando de tortura, sino de la prueba de la piedra de toque hecha por el refinador para determinar la pureza del oro. El Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Kittel (Kittel’s Theological Dictionary of the New Testament) da una definición amplia de basanízo y sus palabras relacionadas:
“NT:931 básanos, basanízo, basanimós, basanistés El básinos originalmente hace referencia a la profesión de inspector de monedas. Es de la raíz hebrea (probar) y el bhn egipcio (“basalto”)… El uso de la piedra de toque para probar oro y plata como medio de intercambio con la piedra de toque, fue desarrollado primero por los babilonios y después pasó a los armenianos y hebreos a través de Lida… En la esfera espiritual tiene un sentido figurativo, que es muy relacionado al significado original y concreto de un medio de probación. Después, la palabra experimenta un cambio de sentido. El sentido original queda en el trasfondo. Ahora basinos viene a denotar “tortura” o “el potro,” especialmente en referencia a esclavos… En la prueba de metales el significado esencial es de poner a prueba para determinar genuinidad. El potro es un medio para revelar el verdadero estado del asunto. En su sentido verdadero significa probación y aprobación, aunque también puede incluir castigo.” [5] Como vemos, la palabra basanízo eventualmente fue aplicada a la idea de sacar la verdad de una persona y poco a poco el significado degeneró, llegando a ser nada más que una tortura hecha por hombres perversos. Sin embargo, contrario a lo que insinúa Kittel, creo que en el contexto de estos pasajes llenos de términos del fuego purificador, basanízo no se refiere a tortura sino que retiene el significado que tiene para un refinador, que es probar para determinar el grado de pureza en los que han sido sujetados al fuego consumidor del Refinador. Esto explica lo que significa cuando dice que serán “probados con la piedra de toque” (no atormentados) con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero.” Cristo y los ángeles no serán meros espectadores como los de la Arena Romana, sino que siempre estarán presentes – pendientes del proceso de los que están siendo refinados como oro. Tan pronto sean determinados puros, serán restaurados, teniendo sus nombres escritos en el Libro de la Vida y les será concedida la entrada en la Nueva Jerusalén (Apo 22:14). Como vimos anteriormente, “día y noche” y “por los siglos de los siglos” no hacen referencia a la eternidad, sino a un período de tiempo indefinido en las épocas de las épocas. Que no esté hablando de la eternidad es evidente, dado que “día y noche” son medidas del tiempo que comenzaron con la creación. En la eternidad – más allá de la creación temporal, el tiempo con sus medidas de día y noche no existen. No hay día y noche en la eternidad. Salados en Fuego “Porque todos serán salados con fuego.” (Marcos 9:49 NBLH) Este versículo ha sido muy ambiguo para la mayoría. Hasta parece que los escribas de la antigüedad, que copiaban los textos griegos del Nuevo Testamento, tuvieron dificultad para entenderlo. Los manuscritos bizantinos incorporaron en el texto lo que aparentemente comenzó como una anotación explanatoria, haciendo que el pasaje diga: “Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal.” Sin embargo, la mayoría de los eruditos modernos consideran que los manuscritos con la lectura más corta y antigua es original y la frase adicional fue injertada después. Hay unas 15 interpretaciones distintas para este texto y la mitad de los comentarios que consulté se abstuvieron de cualquier comentario sobre el versículo. Aunque ya había entendido que el versículo hacía referencia al proceso de la purificación por la que todos tenemos que pasar sin excepción, ahora o más adelante para llegar a ser puros de corazón y ver al Señor, no entendí por qué Jesús hizo una conexión entre el fuego y la sal hasta que comencé a investigar sobre el uso de fuego con azufre para refinar oro para confirmar lo que Michael Webber había compartido en su blog. Hice un descubrimiento asombroso que dio claridad y sentido a las palabras de Jesús. El azufre es eficaz en remover la mayoría de los metales e impurezas del oro, pero no es tan efectivo para separar la plata del oro. Mucho antes del tiempo de Cristo, los de la antigüedad descubrieron que la sal era más eficaz que el azufre para separar la plata del oro. Esto se llama “parting” en inglés. La Enciclopedia Britannica dice: “Para el año 2000 a.C. el proceso de purificar aleaciones de oro-plata con la sal para remover la plata fue implementado.” [6] Cuando el oro con mixtura de plata es calentado con la sal, la plata reacciona con la sal, formando cloruro de plata que puede ser removido fácilmente, dejando solamente el oro puro. [7] Esto ilustra que Dios está determinado a continuar purificándonos hasta que salgamos como oro puro. La plata es considerada como un metal semi-precioso, pero Dios no se conforma con dejarnos como una mixtura de precioso y semi-precioso. No es suficiente remover la escoria de la carne pecaminosa de nuestros corazones. Aún nuestras “buenas” pero independientes obras – como la plata, tienen que ser purgadas de nuestra vida hasta que todas nuestras obras sean hechas en Dios y pasemos de nuestra vida de independencia a la unión perfecta con Él. El sustantivo griego “fuego” es en la forma dativo y podría ser traducido como instrumental – “con fuego” o locativo, indicando ubicación – “en fuego.” Yo nunca podía entender cómo podríamos ser salados con fuego. Sin embargo, ahora, entendiendo que el contexto está hablando del “parting” de oro o la separación de la plata del oro utilizando la sal, llega a ser evidente que la lectura correcta es: “Porque todos serán salados en fuego.”
Muchos han pensado que Marcos 9 solo está hablando de los impíos. Sin embargo, en el contexto vemos que todos tenemos que pasar por un proceso de refinamiento. Aún los discípulos no eran exentos:
“Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía… 43 Si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego que no se apaga, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 45 Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 47 Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 49 Porque todos serán salados con (en) fuego.” (Marcos 9:31,43-49 NBLH) En el versículo 31 vemos que Jesús estaba dirigiendo las palabras principalmente a los discípulos. Después de advertirles de la realidad del fuego post mortem, Él les explicó que todos tendrán que pasar por el procesamiento de sal en fuego que separa el oro aún de la plata semi-preciosa. Si no nos sometemos al fuego del Refinador en esta vida, siendo purificados de toda contaminación de carne y espíritu ahora - perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2Cor 7:1), entonces seremos dañados por la segunda muerte, recibiendo nuestra parte en el fuego de Gehena que es el lago purificador de fuego y azufre. (Apo 2:11; 21:8) Dios no va a aniquilar a Sus enemigos en un incinerador. Tampoco creó una cámara de tortura eterna cuando creó los cielos y la tierra y todo lo que en ellos hay en aquellos primeros seis días. ¡No! Su fuego es como fuego de fundidor y Él ha declarado que Su plan para las épocas culminará en la restauración de todos cuando Él sea todo en todos en la eternidad: “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados… 28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” (1 Cor 15:22,28) [8] “Porque de (ek) él, y por (día) él, y PARA (eís) él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” (Rom 11:36) [8] “Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti TUS ENEMIGOS. 4 TODA la tierra te adorará, y cantará a ti; Cantarán a tu nombre.” (Sal 66:3,4) “Mirad a mí, y sed salvos, TODOS los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. 23 Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: QUE A MÍ SE DOBLARÁ TODA RODILLA, Y JURARÁ TODA LENGUA. 24 Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; A ÉL VENDRÁN, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados.” (Isa 45:22-24) No es posible presentar a plenitud todo lo que las Escrituras tienen que decir sobre el glorioso tema de la restauración final de toda la creación en estas pocas páginas. Para una examinación más a fondo de esta doctrina bíblica, recomiendo mi libro: “El Triunfo de la Misericordia.” 1 http://thetotalvictoryofchrist.com/whatisthelakeoffire.pdf 2Two concise and helpful sites were: https://www.911metallurgist.com/blog/sulphur-refining-gold https://www.911metallurgist.com/blog/gold-refining-methods#goldrefining-by-sulphurisation 3 Liddell, Scott, Jones - A Greek-English Lexicon: limne. 4 https://www.gia.edu/bench-tip-use-the-touchstone-method-for-testing-purity-karat-gold https://en.wikipedia.org/wiki/Touchstone_(assaying_tool) 5 Kittel’s Theological Dictionary of the New Testament (10 vol.) 6 Encyclopædia Britannica Ultimate Reference Suite, version: 2012.00.00.000000000: Gold Processing, History 7 https://en.wikipedia.org/wiki/Gold_parting 8 Nuestra palabra “cosas” no tiene equivalente en el griego. Tampoco necesariamente indica el género neutro que el sujeto es un objeto como en español. Cuando los traductores agregan nuestra palabra “cosas” en contextos que claramente refieren principalmente a personas y no a objetos inanimados, tomo la libertad de tachar la palabra “cosas” para mantener el enfoque en las personas y no los objetos inanimados.
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