por George Sidney Hurd
A menudo se refieren como “clobber texts” (textos de batuta) los seis pasajes más comúnmente presentados que, o prohíben o presentan de manera negativa, relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Muchos hoy en día que se identifican como Gay o de otra manera afiliados con la comunidad LGBTQIA+, simplemente rechazan la Biblia y el cristianismo, o descartan los “textos de batuta” como insignificantes, diciendo que son pocos en número. En el blog anterior respondí a ese argumento. Sin embargo, hay un movimiento creciendo rápidamente en la iglesia que intenta reinterpretar estos textos de una manera que afirme, en vez de condenar, las relaciones homosexuales. Ellos argumentan que las prohibiciones eran dirigidas en contra del desenfreno sexual y dicen que los autores bíblicos ni siquiera habían contemplado la posibilidad de una relación monógama homosexual. Sin embargo, hay problemas con este argumento. En primer lugar, no hay nada nuevo bajo el cielo. Al contrario de lo que ellos argumentan, aunque es cierto que la gran parte de las relaciones homosexuales eran promiscuas en esa cultura, hay, sin embargo, ejemplos de relaciones monógamas con personas del mismo sexo en la cultura antigua. Sin duda no era diferente proporcionalmente de la situación actual, dado que las encuestas hoy en día indican que el 99.5% de las relaciones homosexuales no son monógamos. De los pocos que son monógamos, muchas parejas han hecho acuerdos entre sí permitiendo el sexo casual con individuos fuera de su matrimonio. En segundo lugar, argumentar que los autores bíblicos habrían afirmado las relaciones monógamas hoy en día si hubieran vivido en nuestra cultura Postmoderna, ignora o niega el hecho de que los autores humanos fueron inspirados por el Espíritu Santo, y que las Sagradas Escrituras, por lo tanto, son infalibles y capaces de hacernos sabios para la salvación (2Tim 3:15-16; Sal 119:160 cf. Jn 17:17). Jesús les dijo a Sus discípulos que el Espíritu Santo revelaría a los Apóstoles las cosas futuras (Jn 16:13). ¿No debemos de anticipar que Dios que inspiró a los autores humanos era capaz de hacer que ellos usaran palabras que darían lugar para un futuro cambio cultural a favor del matrimonio homosexual si de hecho Dios lo aprueba? Pero, al contrario, cada vez que la homosexualidad es mencionada en las Escrituras es presentada de manera negativa. Y, ¿Qué de Jesús? Siendo Dios en carne y conociendo lo que está en los corazones, ¿no hubiera anticipado nuestros días, y al menos preparado el camino para el matrimonio entre dos del mismo sexo, en vez de recalcar que el diseño original de Dios era un matrimonio entre un hombre y una mujer, diciendo que toda relación sexual fuera de esa unión monógama era porneia? (Mt 19:4-6,9). Él siempre presentaba el matrimonio como exclusivamente entre un hombre y una mujer (Mt 15:4-6;10:37; Lucas 18:20, etc.). ¿Logran las interpretaciones revisionistas presentadas por los activistas Gay, como Matthew Vines y su Reformation Project, convertir estos seis pasajes principales que aparentan ser prohibiciones, en afirmaciones de relaciones homosexuales, con tal de que sean limitadas a parejas dentro de una relación monógama? Después de considerar sus argumentos de manera objetiva, he concluido que no tienen sustancia, como espero demostrar brevemente en este blog. Lo que sigue es una consideración condensada de cada uno de los textos principales. 1) Sodoma y Gomorra (Gen 19:1-38) En el Génesis 18, el Señor le dijo a Abraham que el pecado de Sodoma y Gomorra “se había agravado en extremo.” De hecho, era tan prevalente que ni siquiera había diez justos entre ellos (Gen 18:20-21,32). ¿Qué era este pecado tan grave como para requerir su destrucción? El argumento más común entre los activistas Gay es que Dios los destruyó principalmente debido a su falta de la hospitalidad. Esto argumentan citando uno de sus varios pecados mencionados en Ezequiel 16. Sin embargo, leyendo todo el pasaje, vemos que su falta de la hospitalidad solo era uno de varios pecados en un espiral descendiente que finalmente los llevó al pecado o abominación que resultó en su destrucción. Esto se puede observar leyendo todo el pasaje: “He aquí que ésta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité.” (Ezeq 16:49-50) Aquí vemos un descenso en espiral, finalmente resultando en que hicieran la abominación, igual como vemos repetido en grandes civilizaciones como el Imperio Romano. Las ciudades de la planicie eran fértiles y eran los más prósperas de toda la región. Así como el descenso en caracol descrito en Romanos 1, vemos que, en vez de estar agradecidos con Dios, se envanecieron y sus corazones fueron entenebrecidos (Rom 1:21-22). Su prosperidad los llevó a la ociosidad y la búsqueda de la auto gratificación, a tal manera que finalmente comenzaron a cometer la abominación ante el Señor. ¿Cuál era la abominación que cometieron que hizo necesario que Dios interviniera destruyéndolos? Debe ser obvio que no era su falta de la hospitalidad. En primer lugar, no dar a los necesitados es un pecado de omisión, no de comisión. En segundo lugar, vemos que fue el cometer la abominación lo que resultó en su destrucción y no los pecados que habían cometido anteriormente. Algunos señalan que muchas cosas fueron consideradas como abominación en la ley levítica, desde vestirse con ropa de telas mixtas, a no guardar el día de reposo o tener relaciones sexuales con la esposa cuando esté menstruando. Sin embargo, estas eran restricciones amorales y ceremoniales, diseñadas para separar a Israel de las naciones alrededor de ellos, y solamente aplicaban a la nación de Israel. Por ejemplo, había pena de muerte para todo Israelita que no guardara el día de reposo, pero las otras naciones no tenían que guardarlo. Ni siquiera Abraham tuvo que observar estas leyes ceremoniales, dado que la Ley todavía no había sido dada. Cuando buscamos las abominaciones que resultaban en que Dios juzgara a las naciones alrededor, la lista es reducida a la abominación de sacrificar a sus hijos a los ídolos y los pecados sexuales como el incesto, homosexualidad y la bestialidad (Lev 18:24-25). Entonces, ¿Cuál era la abominación que cometieron que resultó en su destrucción? Algunos dirían que era tener sexo con los ángeles, pero hay más de una razón porque eso no era la abominación. En primer lugar, solo habría sido un intento a la violación, dado que no les fue permitido llevar a cabo sus intenciones. En segundo lugar, tanto Lot como los hombres de la ciudad pensaron que eran hombres, así que, en su mente no estaban intentando violar a ángeles, sino a dos hombres. En tercer lugar, la abominación no fue cometida una sola vez en la ciudad de Sodoma, sino que fue algo que habían estado practicando también en todas las ciudades de la planicie, y por eso todas ellas fueron destruidas junto con Sodoma. Pedro deja en claro que habían estado practicando los actos abominables por un tiempo antes de su destrucción. Pedro dice: “y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, 7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta (ἀσελγείᾳ ἀναστροφῆς, aselgeía anastrophes) de los malvados...” (2 Pedro 2:6-7) Es obvio, que Lot solamente podría ser considerado justo en comparación con la degradación de los demás habitantes de Sodoma, viendo que él les ofreció a sus hijas vírgenes en lugar de los ángeles. Aquí podemos ver por la frase “nefanda conducta” que no fue un solo intento a violación, sino que su abominación había llegado a ser una manera de vivir. El léxico grieto Louw and Nida Greek-English define aselgeía como, “comportamiento moralmente desenfrenado, normalmente implicando la lascivia – comportamiento extremadamente inmoral.” Es evidente que las palabras de Pedro hablan de algo más allá de una simple falta de hospitalidad, o un intento aislado a violar a dos hombres. De semejante manera, Judas dice que, no solamente Sodoma y Gomorra, sino también las ciudades vecinas “habían seguido desenfrenadamente a la carne extraña (σαρκὸς ἑτέρας, sarkos heteros)” (Judas 1:7JBS). El término “carne extraña” literalmente significa “carne de otro tipo” e incluiría cualquier relación sexual fuera de la unión de una sola carne (σάρκα μίαν, sarka mian) entre un hombre y una mujer, como fue ordendo por Dios desde la creación (Gen 2:24 LXX). En vez de estar satisfecho con el uso natural de sus cuerpos en una unión de una sola carne entre un hombre y una mujer, se encendieron en su lascivia, yendo tras carne no ordenada por Dios, y sufrieron las consecuencias cuando Dios los juzgó, destruyendo su carne con fuego y azufre. El paralelo entre el descenso en caracol descrito en Ezequiel 16, que finalmente resultó en la abominación que vemos descrita en 2Pedro y Judas como nefanda o perversa conducta con diferente carne, resultando en su destrucción física, es el mismo descenso en caracol descrito en Romanos 1, degenerándose al punto de la práctica de la homosexualidad, y finalmente recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío: “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” (Rom 1:24-27) Así que, tomando en cuenta todo, llega a ser evidente de que la razón por la que la metrópolis de Sodoma fue destruida no era por la falta de hospitalidad o un intento fallido de violar a los ángeles, sino que fue destruida porque ellos se habían entregados a pasiones vergonzosas, mujeres con mujeres y hombres con hombres, y recibieron la retribución debida a su extravío. Como Dios dice en Ezequiel 16, “hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité.” Es evidente que ellos cometieron una abominación con la pena de muerte, aun siendo entre las naciones gentiles sin la Ley. Cuando la ley contra el homosexualismo en Levítico le fue dada a la nación de Israel después, ellos fueron advertidos a no cometer las mismas abominaciones que las naciones alrededor, y fueron advertidos que, si fueran a repetir las mismas abominaciones, ellos iban a sufrir el mismo juicio (Lev 18:24-29). Considero con más detalle la destrucción de Sodoma en mi blog: “¿Quién Destruyó a Sodoma y por qué?” 2 y 3) “No Te Echarás con Varón como con Mujer” “No te echarás con varón como con mujer; es abominación. 23 Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión. 24 En ninguna de estas cosas os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo de delante de vosotros, 25 y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores.” (Lev 18:22-25) “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.” (Lev 20:13-14) Estos textos prohíben cualquier forma de relaciones homosexuales de manera tan clara que su aplicación universal nunca fue cuestionada hasta la revolución sexual Postmoderna. Los numerosos intentos a lograr que de alguna manera permita las relaciones homosexuales me hacen pensar en las gimnasias mentales que los Calvinistas hacen en su intento de negar que Cristo es de verdad el Salvador del mundo entero y no solamente de unos pocos elegidos. Algunos argumentan que los textos en Levítico han de haber sido alterados antes que fuera hecha la traducción de la Septuaginta (LXX) entre los siglos I y III a.C. Sin embargo, no existe ninguna evidencia manuscrita indicando alguna alteración del texto. Otros argumentan que solamente prohíbe relaciones sexuales en el contexto del culto a los ídolos donde los hombres tenían relaciones con prostitutos masculinas. Basado en eso, argumentan que la prohibición no aplica a las relaciones monógamas comprometidas hoy en día entre dos personas del mismo sexo. Sin embargo, la lista de las prohibiciones sexuales en estos dos capítulos no es limitada simplemente a relaciones sexuales con personas del mismo sexo, sino que también prohíbe sexo con animales. Pocos argumentarían que es aceptable practicar estos actos viles con tal de que se amen y no tengan relaciones como parte del culto a los ídolos. Aunque parece extraño, algunos hoy hasta justifican tener sexo con sus mascotas, casándose con ellos.[i] Utilizando la misma lógica que dice que este pasaje solamente prohíbe sexo fuera de una relación monógama y comprometida, uno podría afirmar incluso incesto o bestialidad monógama. Otro argumento a menudo presentado es que ya no estamos bajo la Ley del Antiguo Pacto, y, por lo tanto, estas prohibiciones ya no aplican a nosotros hoy. Algunos Revisionistas Gay, como Matthew Vines, presentan los dos argumentos juntos. Sin embargo, pocos argumentarían que, como ya no estamos bajo la Ley, ahora es aceptable la prostitución masculina, el incesto, o la bestialidad. Aunque las leyes ceremoniales ya no son para nosotros hoy, cada una de las prohibiciones morales son reafirmadas bajo el Nuevo Pacto de la gracia. Aunque voy a considerar este pasaje con más detalle después, en 1Timoteo, Pablo explica que la Ley todavía continúa en efecto para convencer a los pecadores de su necesidad de la gracia, y él explícitamente menciona la prohibición levítica contra la homosexualidad. Él dijo: “Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina.” (1 Tim 1:8-10) Que Pablo aquí está reafirmando la prohibición de relaciones homosexuales es innegable, dado que él formó una sola palabra de las dos palabras exactas que aparecen en Levítico 18:22 y 20:13 del griego LXX, que es la traducción que él hubiera estado usando para enseñar a los gentiles y los judíos helenistas. En Levítico las dos palabras son arsen, “varón,” and koite, “cama.” De la palabra koite hemos derivado nuestra palabra “coito” que significa “relaciones sexuales.” Pablo unió las dos palabras, formando la palabra arsenokoites, que significa, “un hombre acostando en cama con otro varón.” El también utilizó la misma palabra en 1Corintios 6:9 que vamos a ver más adelante. Ilustro abajo como Pablo formó la palabra del griego LXX de los dos textos en Levítico: [i] https://en.wikipedia.org/wiki/Human%E2%80%93animal_marriage
Matthew Vines argumenta que la definición de esta palabra no debe ser determinada basado en su significado literal. Sin embargo, es ilógico pensar que Pablo hubiera inventado un término, uniendo estas dos palabras, si quería que la gente entendiera algo diferente de lo que las palabras literalmente significaban.
Matthew Vines y otros han intentado argumentar que la palabra arsenokoites tenía más que ver con finanzas que la homosexualidad. Él dijo: “Aunque arsenokoites fue utilizado unas pocas veces en la literatura griega después de Pablo, unos de los pocos usos que han sobrevivido indican que en la mayoría de los casos hacía referencia a la explotación económica, no a la actividad homosexual.” [1] Cuando busqué las fuentes citadas para comprobar su afirmación de que la palabra arsenokoites se refería a finanzas, me di cuenta de que solamente citaban pequeñas porciones de los textos. Cuando veo … en citas de textos, me da curiosidad saber qué es lo que están dejando fuera, así que decidí leer todo el texto. Al hacerlo, llegó a ser evidente de que las fuentes que parcialmente citaron para demostrar que arsenokoites solamente hablaba de finanzas, en realidad hablan principalmente de temas morales. Por ejemplo, ellos citan una parte del Oráculo Sibilino: “… No roben semilla; Maldito por muchas generaciones aquel que la tomó esparciendo vida. No cedan a los deseos viles (arsenokoites), no calumnien, ni maten…” [2] Ellos argumentan que arsenokoites tiene que tener referencia a la explotación financiera porque aparece con la prohibición a robar semilla. Sin embargo, cuando leí la sección entera para ver por qué ellos solamente citaron una pequeña porción, encontré lo siguiente: “Y aquellos que honran el matrimonio y se guardan de adulterios, Él dará dones preciosos y esperanza eterna. Porque cada alma es un regalo de Dios, y no está bien que los hombres lo mancillen con actos viles… Mantenga su pureza como virgen, y guarden el amor con todos. Midan medidas justas; porque hermosa es la plena medida para todos… No roben semilla; Maldito por muchas generaciones aquel que la tomó esparciendo vida. No cedan a los deseos viles (arsenokoites), no calumnien, ni maten… No se embriaguen con vino ni tomar en exceso. No coman sangre, y absténganse de cosas ofrecidas a los ídolos.” Entonces, al leer la cita en su contexto, es evidente que el autor está hablando de varios temas morales, incluyendo arsenokoites, en vez de que esté hablando principalmente de temas económicos. La única otra fuente que citaron para establecer que arsenokoites era un término económico fue los Hechos de Juan. Ellos citaron la siguiente porción: “… De igual manera envenenador, sortílego, ladrón, estafador, sodomita (arsenokoites), y todos de esa banda, conforme a sus obras, al final irán al fuego que no se apaga.” [3] Citando solamente esta pequeña porción, uno podría llegar a la conclusión de que el autor está tratando con asuntos financieros como robos y extorciones. Sin embargo, otra vez, al ver todo el texto, llega a ser evidente de que el autor está tratando con varios asuntos sexuales también. Aquí cito una porción mayor del pasaje: “Tu también que eres envanecido por la apariencia de tu cuerpo, y eres altivo, verás el cumplimiento de la promesa en tu sepulcro; y tú que te deleitas en el adulterio, sabe que tanto la ley como la naturaleza cobrará venganza de ti, y antes de esto tu consciencia; y tú, adultera, que eres un adversario de la ley, no sabes en donde terminarás al final. Y tú que no compartes con los necesitados, sino que has acumulado riquezas, cuando abandones tu cuerpo y estés necesitado de misericordia quemándote en el fuego, no tendrás a quién te muestre misericordia; y tú el iracundo y lujurioso, sepas que tu manera de vivir es como las bestias; y tú, borracho y peleonero, entiende que pierdes tus sentidos siendo esclavizado con deseos vergonzosos y viles… De igual manera envenenador, sortílego, ladrón, estafador, sodomita (arsenokoites), y todos de esa banda, conforme a tus obras, al final irás al fuego que no se apaga.” Claramente, estas citas parciales no demuestran que arsenokoites significaba algo diferente en la literatura griega después, que el significado que Pablo obviamente quería expresar cuando inventó la palabra de Levítico. Y aun si el significado hubiera variado de su sentido literal con el tiempo, debe ser obvio de que en 1Timoteo 1, Pablo estaba refiriendo a la ley levítica que prohíbe cualquier relación con personas del mismo sexo. Por lo tanto, a pesar de sus intentos complicados para hacer que las prohibiciones de Levítico no tengan aplicación a las relaciones homosexuales dentro de una relación monógama, es una prohibición clara y directa contra cualquier hombre acostándose con otro hombre como con una mujer. Es una prohibición universal que no da lugar a acepciones, igual como la prohibición contra la bestialidad. 4) Relaciones con Personas del mismo Sexo y Romanos 1:26-27 “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” (Rom 1:26-27) Este pasaje aparenta ser directo de igual manera como vimos en Levítico, excepto que también menciona relaciones sexuales entre mujer y mujer. ¿Cómo puede los Revisionistas Gay evitar las implicaciones obvias de este pasaje? Primero, argumentan que el concepto de orientación sexual es algo contemporáneo y, por lo tanto, era desconocido por Pablo. Sin embargo, como ya hemos visto, esto ignora la inspiración divina de las Escrituras. Si el Espíritu Santo le reveló a Pablo las condiciones que existirían en el futuro, ¿Por qué no pudo Él también inspirar a Pablo a incluir la cláusula de excepción que los Revisionistas Gay necesitan para establecer su caso? De hecho, tanto Pablo como Jesús, hacían referencia a la situación contemporánea, pero eso sería tema de otro blog. Aquí solo quiero citar una cosa que le fue revelada a Pablo acerca de nuestra revolución sexual contemporánea. Pablo dijo: “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias (ἐπιθυμίας, epithumias), 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.” (2 Tim 4:2-4) Pablo previó el tiempo cuando los hombres ya no soportarían la sana doctrina. Queriendo cumplir sus propias “concupiscencias” (epithumias), ellos apartarán de la verdad de las Escrituras y se amontonarán maestros que solamente les dirán lo que quieren escuchar, apartando el oído de la verdad a las fábulas. Strongs define epithumia como: “una pasión, especialmente para algo que es prohibido.” Aunque la palabra epithumia es, por definición, aplicable al deseo de uno para los del mismo sexo, los activistas Gay han disfrazado epithumia en términos políticamente correctos como “la atracción a los del mismo sexo” o “orientación hacia los del mismo sexo.” Como resultado, muchos hoy en día ven orientación hacia los del mismo sexo como un término neutro, cuando en realidad las Escrituras simplemente lo llama “concupiscencia.” Por ejemplo, en Romanos 1:24, cuando Pablo dice: “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias (ἐπιθυμίας, epithumias) de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,” él se estaba refiriendo a lo que los Revisionistas Gay hoy en día llaman nada más que “orientación hacia los del mismo sexo.” Usando las mismas tácticas, los pedófilos ahora se están organizando y exigiendo igualdad de derechos y la aceptación por la sociedad de sus relaciones con niños pre-pubertad. [4] El significado de “Naturaleza” (phusis) Pablo dice en Romanos 1:26 que Dios los entregó a sus pasiones vergonzosas, y entonces explica a continuación qué era lo que quería decir con pasiones vergonzosas. Él dice que ellos cambiaron el uso natural (φυσικὴν, phusikein) por el que es contra naturaleza (παρὰ φύσιν). La palabra phusis y sus cognadas son de phuo, que significa “producir.” La idea fundamental de phusis es, “lo que ha producido la naturaleza,” en contraste con lo que resulta por medios artificiales o contra la naturaleza. [5] Por ejemplo, Pablo habla de las ramas naturales, en contraste con lo que fue injertado contra la naturaleza (Rom 11:24). ¿Cómo logran los Revisionistas Gay evitar las implicaciones obvias de que las relaciones homosexuales son una perversión de la naturaleza? A menudo ellos argumentan que phusis puede significar una simple “costumbre,” y entonces dicen que Romanos 1 solamente está refiriendo a las costumbres prevalentes en los días de Pablo. Para demostrarlo, citan 1Corintios 11:14 que dice: “La naturaleza (φύσις, phusis) misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?” Sin embargo, Pablo aquí no está apelando a una simple moda. Igual como con la prohibición de vestirse como el sexo opuesto (Deut 22:5), aunque es cierto que, lo que un hombre se ponía en aquel entonces era diferente a la manera que los hombres se visten hoy en día, siempre es contra la naturaleza que un hombre intente parecerse al sexo opuesto. Pablo está diciendo que es contra la naturaleza y vergonzoso que un hombre imite la apariencia de una mujer, sin importar como se traduce en las costumbres y modas culturales. En realidad, Pablo se está refiriendo a la misma confusión de sexos en 1Corintios 11:14 como hizo en Romanos 1:26. Que un hombre tome la apariencia de una mujer, o viceversa, es contra la naturaleza, y no simplemente contra las costumbres. Algunos argumentan que Romanos 1:26-27 solamente es una prohibición contra la pederastia y la prostitución masculina. Pero, solo necesita ser señalado que Pablo primero menciona mujeres, y solo después dice que los hombres de la misma manera practicaban el sexo hombre con hombre. Esto significa que el lesbianismo también es incluido, pero las lesbianas no practicaban la pederastia. La pederastia es por definición actividad sexual entre un hombre y un muchacho o joven. También, cuando él habla de “arsen con arsen” (hombre con hombre), él está refiriendo a la prohibición en Levítico, igual como él hace con la palabra compuesta arsenokoites. Hay mucho más que podría ser presentado a favor del entendimiento tradicional de Romanos 1:26-27, pero sin elaborar más, debe ser evidente a cualquier estudioso de la palabra sin prejuicios que este pasaje no puede ser razonablemente entendido como afirmando actividad homosexual, no importa la forma o circunstancia en que se practique. 5) Ni los Afeminados ni Homosexuales heredarán el Reino de Dios (1 Cor 6:9-11) “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados (μαλακοι malakoi), ni los que se echan con varones (ἀρσενοκοῖται, arsenokoitai), 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto ERAIS algunos; PERO ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1 Cor 6:9-11) La referencia aquí de Pablo a malakoi y arsenokoites juntos ha sido entendido históricamente como refiriendo al hombre pasivo con el hombre agresivo en una relación homosexual. Por ese motivo, algunas traducciones, como el NVI, combinan las dos palabras, diciendo “ni hombres que tienen sexo con hombres.” Ya hemos considerado el significado intencionado por Pablo cuando formó la palabra arsenokoites y algunas de las falencias de los argumentos de los Revisionistas, diciendo que era nada más un término económico. De igual manera, los Revisionistas Gay intentan redefinir la palabra griega malakoi, tradicionalmente entendida en este contexto como refiriéndose al hombre pasivo en una relación homosexual, señalando que la palabra a menudo simplemente significa “suave,” y que a menudo en la literatura griega refiere a un hombre con características femeninas, sin connotaciones sexuales. Sin embargo, toda duda razonable en cuanto a su significado es removida cuando aparece junto con la palabra arsenokoites, como vemos aquí en 1Corintios 6:9. Además, no hay indicación alguna en las Escrituras de que un hombre sería excluido del reino simplemente porque tenga rastros femeninos. Aunque Matthew Vines intenta lograr que estas palabras tengan aplicación a algo distinto a la actividad homosexual, como vimos anteriormente con sus intentos a relacionar la palabra arsenokoites con la explotación financiera, es evidente que ni él mismo está convencido por sus propios argumentos porque él concede, diciendo: “Aunque malakoi y arsenokoitai podrían referirse a formas de actividad homosexual, el comportamiento que ellos describen es muy distinto a las relaciones de cristianos lesbianas, gay, bisexuales, y transgéneros hoy en día.” [6] Aquí Vines nos demuestra que, no importa qué tan claramente el texto hable en contra de la actividad homosexual, la respuesta de ellos siempre es que no aplica a nuestra generación Postmoderna. Sin embargo, entendiendo que toda Escritura es dada por inspiración del Espíritu Santo que habita la eternidad, todas Sus palabras son útiles para instruir en justicia, sin importar la generación en que uno está viviendo (2Tim 3:15-17; Mt 4:4; Jn 17:17). Ellos argumentan que, si Moisés y Pablo solo hubieran entendido como nosotros entendemos hoy en día, que algunos nacen con atracción a los del mismo sexo, en vez de ver la homosexualidad como una perversión de la naturaleza, ellos hubieran hecho provisión explícita para relaciones homosexuales monógamas y comprometidas. Argumentan que no es justo imponer una vida de castidad sobre los que nacieron como homosexuales y que, por ese motivo, no pueden cambiar su orientación sexual. Sin embargo, en ninguno de los muchos intentos han podido comprobar científicamente de que algunos nacen como homosexuales. Además, decir que la orientación homosexual es una condición de por vida es negar el poder transformador del evangelio. En el texto que estamos considerando, después de advertirles en los versículos 9 y 10 que aquellos que persisten en los pecados mencionados no heredarán el reino, Pablo dice en versículo 11: “Y esto ERAIS algunos; PERO ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” Así que, vemos que cuando llegamos a ser una nueva criatura en Cristo, somos lavados, recibiendo un nuevo corazón y una nueva identidad. En vez de decir, “una vez un alcohólico, siempre un alcohólico,” una vez una prostituta, siempre una prostituta,” o “una vez un homosexual, siempre un homosexual,” necesitamos abrazar nuestra nueva identidad en Cristo. Si estás en Cristo, tú eres una nueva creación, lo viejo pasó y lo nuevo ha venido (2Cor 5:17). Ahora eres la justicia de Dios en Cristo (2Cor 5:21). Mientras seguimos confesando la mentira, contrario a la verdad como es en Cristo, diciendo: “Nací pecador, siempre seré un pecador,” seguiremos bajo el poder de nuestra vieja identidad. Pero cuando vivimos según la verdad que es en Cristo Jesús, el pecado pierde su poder y ya no puede reinar sobre nuestros cuerpos mortales. Como dice Pablo: “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.” (Rom 6:11-13) Como Pablo advierte, los que continúen obedeciendo sus deseos carnales y practicando los pecados que él nombra (que incluyen la actividad homosexual pasivo y agresivo), no heredarán el reino de Dios. Mientras que los hijos del reino están reinando con Cristo, ellos estarán pasando por corrección y purificación en el fuego eónea en el Milenio (Mt 25:41,45). En vez de tomar nuestro pecado como nuestra identidad como homosexuales o alcohólicos, necesitamos tomar posesión de nuestra nueva identidad en Cristo. Yo personalmente he descubierto que, si el Hijo te hace libre eres verdaderamente libre (Jn 8:36). 6) La Prohibición de Relaciones Homosexuales reafirmada en el Nuevo Testamento Aunque Pablo deja muy en claro que los que estamos en Cristo hemos muerto a la Ley para vivir para Cristo, él también deja en claro que la Ley sigue vigente para convencer a los pecadores no arrepentidos de su condición pecaminosa: “Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los fornicarios, para los sodomitas (ἀρσενοκοίταις, arsenokoitais), para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.” (1 Tim 1:8-11). Como ya hemos visto, lo que Pablo quería decir con la palabra compuesta arsenokoites, no es necesario seguir elaborando sobre este pasaje, más que enfatizar que Pablo aquí reafirma la prohibición Levítica contra relaciones homosexuales sin la cláusula de acepción que necesitan los activistas Gay para justificar lo que ellos llaman formas contemporáneas de la homosexualidad. En todas las Escrituras no existe ninguna afirmación de la homosexualidad. Al contrario, cada referencia a ella es negativa. Los homosexuales son llamados al arrepentimiento y fe en el evangelio para poder ser justificados y limpiados, de igual manera que los adúlteros, ladrones y mentirosos. Al otro lado del verdadero arrepentimiento y fe, hay libertad y transformación por medio de una vida nueva en Cristo. [1] Vines, Matthew. God and the Gay Christian: The Biblical Case in Support of Same-Sex Relationships (p. 124). The Crown Publishing Group. Kindle Edition. [2] Sibyllene Oracle Book 2.70-77 [3] The Acts of John 35-36 [4] https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_pedophile_advocacy_organizations [5] Thayer's Greek Lexicon, NT:5449 [6] Vines, Matthew. God and the Gay Christian: The Biblical Case in Support of Same-Sex Relationships (p. 130). The Crown Publishing Group. Kindle Edition.
0 Comments
Leave a Reply. |
CategorÍAs_____________
La Infalibilidad de la Biblia
El Amor de Dios
El Temor de Dios
La Cuestión del Mal
Entendiendo la Expiación
Homosexualidad y la Biblia
Reencarnación
El Teísmo Abierto
Respuestas a Objeciones:El Plan Glorioso de Dios
La Manifestación de los Hijos de Dios
¿Ha Rechazado Dios a Su Pueblo Israel?
La Trinidad y la Deidad de Cristo
La Preexistencia Eterna de Cristo
Preterismo vs. Futurismo
La Doctrina de 2 Evangelios
|