por George Sidney Hurd
-- Como hemos visto, la doctrina del Reemplazo es la creencia que la Iglesia ha reemplazado a la nación de Israel. Todas las promesas que le habían sido dadas a Israel acerca de un reino futuro en su tierra son espiritualizadas por los teólogos del Reemplazo en un intento a aplicarlas exclusivamente a la Iglesia de esta época. Lo que hace la Teología del Reemplazo particularmente engañosa es que es parcialmente verdad. Es cierto que en virtud de nuestra unión con Cristo – la Simiente de Abraham, nosotros los gentiles ahora somos también la simiente de Abraham en Él y herederos según la promesa. Nosotros, los gentiles, aunque éramos ramas de olivo silvestre, ahora hemos sido enjertados entre las ramas naturales, mientras que la mayoría de las ramas naturales (las del Israel natural) fueron cortadas para que nosotros fuéramos injertados (Gál 3:14-16,29; Rom 11:17). Como parte de la nueva creación en Cristo, somos del Jerusalén celestial en contraste con el Israel natural o Israel según la carne (Gál 4:26; 1Cor 10:18). El Cuerpo judío/gentil de Cristo es la congregación (Iglesia) de los primogénitos que están inscritos en los cielos (Heb 12:23). Es cierto que Israel temporalmente ha sido apartado para juicio, pero como veremos Israel no ha sido reemplazado. También es cierto que la Iglesia y no la nación de Israel está recibiendo los beneficios del Nuevo Pacto que les fue prometido a Israel y a Judá (Jer 31:31; 2Cor 3:6; Heb 8:6,13). Sin embargo, Pablo deja en claro que el Nuevo Pacto todavía les pertenece a ellos. Él dijo de los judíos: “Porque desearía yo mismo ser anatema (maldito), separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes (los de mi raza) según la carne. 4 Porque son Israelitas, a quienes pertenece la adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas, de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo (el Mesías), el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.” (Rom 9:3-5 NBLH, cf. 15:8,9) Tome nota del uso del tiempo presente. Aunque están bajo una ceguera parcial y temporal, todavía son Israelitas y todos los pactos y las promesas aún les pertenecen a ellos. En los versículos siguientes él anticipa que alguien podría preguntar por qué, si los pactos y las promesas todavía les pertenecen, hay tan pocos Israelitas experimentando los beneficios de ellos. Él explica: “No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. 8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.” (Rom 9:6-8) Algunos argumentan de este pasaje que la Iglesia ha reemplazado a Israel dado que el verdadero Israel de Dios solo consiste de los que son de la promesa, y en Cristo todos nosotros, sea judío o gentil, somos simiente de Abraham y herederos según la promesa. Sin embargo, en el contexto Pablo está hablando de “sus parientes” los “Israelitas” (Rom 9:3-4). Es mejor entender su referencia aquí a aquellos que son el verdadero Israel como refiriéndose al remanente elegido de la nación de Israel. Más adelante en el contexto él muestra como la incredulidad de sus parientes Israel resultó en Dios mostrando misericordia a los gentiles. Si “Israel” en el versículo 8 incluye a los creyentes entre los gentiles, sería la excepción dado que Israel es mencionado nueve veces más en Romanos y en cada instante es obvio que Pablo se está refiriendo a Israel sus parientes y no a la Iglesia (Rom 9:4; 9:27; 9:31; 10:19; 10:21; 11:2; 11:7; 11:25; 11:26). En el capítulo nueve Pablo demuestra que Dios es soberano y justo en endurecer a Israel por su incredulidad y mostrando misericordia a los gentiles. De 9:30 a 11:10 él explica como el evangelio de Jesucristo “en este tiempo” es un tropiezo a todo Israel con acepción de un remanente por la gracia porque ellos procuran la justicia que es por las obras de la Ley (Rom 10:3-4; 11:5) Dios fue a los gentiles – un pueblo que ni siquiera le buscan para provocar a celos a Israel (10:19-20). “En este tiempo” hay un remanente según la gracia, pero el resto de Israel ha sido cegado (11:5-8). Comenzando en 11:11 hasta el fin del capítulo Pablo habla de la restauración futura de Israel. El argumento de los Teólogos de Reemplazo que la Iglesia reemplazó a Israel de una vez para siempre cae al suelo en 11:11 hasta el fin del capítulo. Aquí Pablo dice muy enfáticamente que la condición actual de Israel solo es temporal. Entonces, él revela el futuro glorioso que les espera a sus hermanos los Israelitas. Este pasaje habla por sí mismo y es tan importante para el tema que estamos considerando que voy a citarlo aquí en su totalidad: “Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. 12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su PLENA RESTAURACIÓN? 13 Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, 14 por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos. 15 Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será SU ADMISIÓN, sino vida de entre los muertos? 16 Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. 19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. 20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. 23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. 24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? 25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados (el Nuevo Pacto). 28 Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. 29 Porque IRREVOCABLES son los dones y el llamamiento de Dios. 30 Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, 31 así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. 32 Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos. 33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” (Rom 11:11-36) Pablo comienza con la pregunta: “¿Han tropezado los de Israel para que cayesen?” Para que la doctrina del Reemplazo sea cierta, Pablo tendría que haber respondido afirmativamente, pero en vez de esto èl da una respuesta enfáticamente negativa: “¡En ninguna manera!” Entonces Pablo explica que, a través de su transgresión, Dios trajo salvación a los gentiles para provocar a celos a Israel. A pesar de la gravedad de su transgresión, Dios no los rechazó como nación, sino que Él los apartó para juicio y fue a los gentiles para provocar a Israel a celos. Para mí, el versículo doce presenta una verdad gloriosa que muchos pasan por alto. Él habla de aun mayores riquezas para los gentiles de lo que actualmente estamos experimentando cuando Israel finalmente es restaurado. Él dijo: “Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su PLENA RESTAURACIÓN? La referencia a “su plena restauración” definitivamente está hablando de la restauración del pueblo de Israel en la Segunda Venida de Cristo. Él lo expresa de otra manera en versículo 26 diciendo “todo Israel será salvo.” Lo que muchos no logran ver es que la Iglesia, formada de un remanente de elegidos entre los judíos y gentiles de esta época, son nada más las primicias de la nueva creación de Dios (Stg 1:18; Heb 12:23; Ef 1:12). En los “tiempos de la restauración de todos” (Hch 3:21), cuando el Libertador viene de Sion apartando la impiedad a Jacob, Dios comenzará el proceso de restaurar toda la creación a Sí mismo, resultando en que Él sea todo en todos en la eternidad (1Cor 15:28). Presento con más detalle la doctrina de la restauración final de todos en mi libro, “El Triunfo de la Misericordia.” En el versículo 15 Pablo una vez más enfatiza que la plena restauración de Israel resultará en la perfección de la restauración del resto de la humanidad que comenzó en esta época. “Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será SU ADMISIÓN, sino vida de entre los muertos?” Ambos contrastes en versos 12 y 15 enfatizan la restauración futura de Israel. Su transgresión que resultó en que ellos fueran apartados culmina en su “plena restauración” y “aceptación” cuando Israel vea venir el Libertador venir de Sion y diga, “Bendito el que viene en nombre del Señor.” (Lucas 13:35). En los versículos 16-24 Pablo argumenta en contra de la presuposición de algunos de que nosotros, la Iglesia, hemos desplazado a Israel de manera permanente. En el versículo 23 vemos que, lejos de ser desechado de manera permanente por Dios, los Israelitas serán injertados otra vez una vez que haya sido quitada la ceguera parcial judicial cuando son dados gracia para creer (Zac 12:10,11). Entonces, Pablo desvela un misterio al cual los maestros del Reemplazo permanecen cegados hasta el día de hoy. Él dijo: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, HASTA QUE haya entrado la plenitud de los gentiles; 26 y luego TODO ISRAEL SERÁ SALVO, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.” (vv. 25-27) Pablo dijo que la verdad que él iba a presentar era un misterio. Algunos teólogos definan un misterio como una verdad anteriormente oculta pero ahora revelada. En un sentido esto es cierto, pero en otro sentido el misterio permanece oculto. Permanece oculto para la mente natural. Pablo dijo acerca de los misterios de Dios: “…hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez…hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria…nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido… Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” (1Cor 2:6-14) Así que, podemos ver que, mientras sea cierto que un misterio es algo revelado que anteriormente fue oculto, sigue siendo oculto a menos que nos sea revelado a nuestro entendimiento por el Espíritu. Los misterios de Dios permanecen ocultos a la mente natural y carnal. Entonces, ¿Cuál era el misterio que Pablo revela acerca de Israel? El misterio revelado a nosotros es que la ceguera de Israel es tanto parcial como también temporal, solamente continuando hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles – hasta que las primicias elegidas de entre los gentiles hayan entrado en el redil. Una vez que haya entrado en el redil el último gentil elegido, vendrá el Libertador de Sion y entonces todo Israel será salvo. Zacarías profetiza acerca de la conversión de Israel que sucederá en un solo momento cuando miran a aquel a quien traspasaron: “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.” (Zac 12:10) Muchos piensan que los que lo traspasaron lo verán solo para después ser destruidos por Él en venganza por lo que le hicieron. Sin embargo, cuando ven a Él quien traspasaron, ¡Dios derrama sobre los moradores de Jerusalén (los judíos) el Espíritu de gracia y oración! La revelación de Jesucristo es para la salvación de Israel – no su destrucción. El resultado será un profundo arrepentimiento a nivel nacional. Una nación nacerá de nuevo en un día, así como profetizó Isaías: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos… 10 Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella… 12 Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda.” (Isa 66:8,10,12) Aquí vemos que la nación de Israel volverá a nacer en un día cuando el Libertador venga de Sion y todos los que se lamentaban por ella en su aflicción, se regocijarán con ella con gran gozo cuando el Señor salve y restaure a Israel. En Isaías 45:15-17 vemos que las naciones serán avergonzadas cuando ven como el Señor salva a Israel con una salvación eterna. (cf. Isa 54:1-8) Tristemente, muchos dentro de la Iglesia que no han amado a Jerusalén también estarán entre aquellos que serán avergonzados por haber despreciado y rechazado al pueblo escogido de Dios, Israel. En Isaías 66, justo antes de su liberación, cuando pasan de ser un pueblo perseguido a ser una nación en un solo día, hace mención de algunos hermanos de Israel que habrán odiado y rechazado al pueblo de Israel en su aflicción. Isaías dice: “Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos.” (Isa 66:5) Los “hermanos” aquí probablemente se refieren a los hermanos de Israel, los Ismaelitas que siempre han aborrecido y perseguido a los Israelitas hasta el día de hoy. Pero seguramente incluiría también a aquellos entre la cristiandad que han odiado y desechado a los judíos, pensando que lo estaban haciendo en el nombre del Señor y para Su gloria, suponiendo que el Señor veía con agrado su maltrato a los judíos. Cuando el Libertador viene de Sion, salvando todo Israel, todos los que han aborrecido a Israel serán avergonzados en gran manera. Queda sin decir que muy pocos que creen en la doctrina del Reemplazo aman a Israel y desearía ser anatema por amor a sus hermanos los judíos como Pablo. (Rom 9:3) Los que guardan odio en sus corazones contra los judíos necesitan preguntarse si tal odio tiene a Dios como fuente, o a Satanás que siempre ha odiado a los escogidos de Dios. En los versículos 28 y 29 Pablo explica que, aunque son enemigos del evangelio por causa de nosotros, son amados por Dios porque Sus dones (refiriendo a la tierra, el Nuevo Pacto y otras promesas hechas a sus padres) y llamamiento son irrevocables. Él dijo: “Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, SON AMADOS por causa de los padres. 29 Porque IRREVOCABLES son los dones y el llamamiento de Dios.” (Rom 11:28-29) Algunos tienden a pensar en la elección de Dios en términos humanos. A menudo escogimos a alguien basado en nuestro conocimiento limitado de esa persona. Entonces, después de conocer mejor a la persona con todos sus defectos, puede que terminemos rechazando a esa persona y eligiendo otra persona en su lugar. Sin embargo, en contraste con nosotros, Dios habita en la eternidad y elige según Su conocimiento previo de la persona y Su omnisciencia. Cuando Él escogió la nación de Israel toda su historia estaba en Su vista, así como es el caso con Su elección de cada individuo. Cuando Él eligió a Israel, Él los escogió sabiendo que ellos crucificarían al Señor de gloria. Es imposible que Dios retraiga Su elección como nosotros a menudo hacemos, diciendo, “Si supiera que iban a hacer eso jamás los hubiera escogido.” Dios escoge con pleno conocimiento, un conocimiento ilimitado y por lo tanto Su elección es irrevocable. Desde el principio, antes de que Israel tomara posesión de la Tierra Prometida, Dios reveló que sabía el curso que tomaría a través de toda su historia. Casi 1.500 años antes de que Israel rechazara a su Mesías, Moisés dijo bajo la inspiración del Espíritu Santo: “Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová. 28 Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. 29 Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. 30 Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; 31 porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.” (Deut 4:27-31) Así que, aún antes de entrar a la Tierra Prometida, el Señor les contó lo que iba a suceder en su futuro. Hace tanto tiempo atrás el Señor les dijo que Él los iba a esparcir entre las naciones en juicio hasta los postreros días. Él les aseguró que Él jamás les abandonaría ni los destruiría ni olvidaría Su pacto que hizo con juramento a sus padres. Sus dones y llamamiento son irrevocables. Entonces, así como hizo en los primeros tres capítulos de Romanos, en los versículos 30 a 32 Pablo una vez más acuerda a los gentiles de que ellos una vez también eran igualmente desobedientes a Dios. Esto es algo que aquellos dentro de la Iglesia que condenan a los judíos (o cualquier otro pecador) olvidan demasiado a menudo. Todos nosotros, seamos judíos o gentiles, somos igualmente indignos y necesitados de Su misericordia. Pablo dice: “Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, 31 ASÍ TAMBIÉN éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. 32 Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.”(Rom 11:30-32) Aquí Pablo dice que, aunque los creyentes entre los gentiles eran una vez desobedientes, ellos recibieron misericordia por la transgresión de Israel cuando fue apartado para juicio. Entonces, él dice, “así también” o “de la misma manera” que los gentiles recibieron misericordia por la desobediencia de Israel, Israel también recibirá misericordia a pesar de su desobediencia. La naturaleza misma de la misericordia requiere desobediencia. Uno que jamás ha desobedecido no puede conocer el amor de Dios en la forma de misericordia, dado que la misericordia es Dios, en Su amor, no dándonos lo que merecemos. Solo conocemos el amor multifacético de Dios en la forma de misericordia a través de la caída y nuestra desobediencia. El versículo 32 presenta una verdad asombrosa que la mayoría pasan por alto debido a la doctrina tradicional del castigo eterno para todos menos los que se arrepientan y reciban la misericordia de Dios en esta corta vida: “Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.” En el contexto de Romanos “todos” se refiere a toda la humanidad sin excepción. Dios sujetó a todos - absolutamente todos a desobediencia, sea judío o gentil, solo para mostrarse misericordioso a todos. Es el mismo “todos” que han pecado y están destituidos de la gloria de Dios – el “mundo” entero de la humanidad, incluyendo todos los judíos y todos los gentiles que juntos son mostrados culpables ante Dios, solo para después recibir Su misericordia y ser justificado gratuitamente por Su gracia al arrepentirse y creer en Jesús (Rom 3:9,19-20,23-24). El alcance universal de la misericordia de Dios es expresado aún más claramente en el versículo 36 donde él resume todo diciendo, “Porque de (ek) él, y por (día) él, y para (eis “hacia dentro de”) él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” Todo lo que salió de Él como fuente (que incluye absolutamente todo), existe por Él y finalmente será restaurado a Él quien es la fuente de nuestro ser. La palabra “cosas” no tiene equivalente en el griego. Aún cuando “todo” (pas) es en el neutro no necesariamente se refiere a objetos. En los contextos donde “todo” (pas) claramente se refiere a personas, como es el énfasis en el versículo 36, es mejor traducirlo simplemente como “todo.” Pablo resuma diciendo que todos, sean judíos o gentiles, finalmente recibirán misericordia y serán reconciliados a Dios, resultando que Él sea “todo en todos” en la eternidad (1Cor 15:28). Así que, mientras es cierto que Israel como una nación fue apartado para juicio y la Iglesia judío/gentil de las primicias elegidas ha recibido misericordia bajo el Nuevo Pacto prometido a la casa de Israel y la casa de Judá (Jer 31:31), la Iglesia no ha reemplazado a Israel. Más bien, los gentiles han sido injertados en el árbol de las bendiciones abrahámicas para provocar a Israel a celos. Entonces, todo Israel será salvo cuando el Libertador venga de Sion, quitando toda iniquidad de ella. La teología del Reemplazo representa una falta de comprensión de la gracia y misericordia infinita de Dios que no rechaza para siempre, ni aflige voluntariamente a los hijos de los hombres. Como dice Jeremías: “Porque el Señor no desecha para siempre; 32 Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; 33 Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.” (Lam 3:31-33) Dios es un Dios de amor y misericordia que solamente nos aflige cuando sea necesario para nuestra corrección. El Señor no desecha para siempre, ni desechará eternamente ninguno de “los hijos de los hombres.” La ceguera de Israel solo durará hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Después de esto el Libertador vendrá de Sion para salvar a Israel y reinará desde Jerusalén sobra todas las naciones de la tierra. Como veremos en el próximo blog, hay numerosas promesas irrevocables a la nación de Israel que todavía serán cumplidas en el fin de los tiempos.
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