Desde la perspectiva de un
Restauracionista Dispensacional por George Sidney Hurd Reconozco que el subtítulo de este blog, combinado con el diagrama dispensacional, me pone en desventaja con muchos lectores, dado que el Dispensacionalismo ha sido tan menospreciado en nuestros tiempos, sin mencionar la doctrina de la restauración de todos. Sin embargo, creo que una perspectiva dispensacional equilibrada revela el plan de Dios para las épocas, culminando en la restauración final de todos de una manera mucho más gloriosa, lógica y consistente con la naturaleza de la revelación divina que la de la Teología del Pacto o cualquier otro esquema interpretativo desarrollado hasta el día de hoy. Los Teólogos del Pacto intentan desacreditar el Dispensacionalismo basado en sus orígenes recientes. Un sistema plenamente desarrollado no existía antes del año 1830 cuando John Nelson Darby desarrolló su esquema dispensacional (quizás lo sobre desarrolló). Sin embargo, la Teología del Pacto como ahora la conocemos no fue plenamente desarrollada hasta mediados del siglo XVII, menos de doscientos años antes del Dispensacionalismo de Darby. Ambos esquemas son de origen relativamente reciente. Además, nuevo no siempre es malo. A menudo un esquema de interpretación más reciente surge debido a las falencias de los anteriores. La mayoría reconocería que la Reforma aún está en proceso y todavía nos falta recuperar plenamente las verdades arrebatadas a la Iglesia en la Época Oscura. Mientras una teología sistemática no fue desarrollada por los primeros Padres de la Iglesia, San Justino (110 – 165 d.C.), Ireneo (130 – 200 d.C.), Clemente de Alejandría (150 – 420 d.C.) y San Agustín (354 – 430 d.C.) hicieron algunas distinciones entre diferentes dispensaciones en las Escrituras. Los eruditos del Post Reforma Temprana como Jonathan Edwards (1637 – 1716), Pierre Poirot (1646 – 1710) y Isaac Watts (1674 – 1748) también reconocían distinciones dispensacionales. Además, fácilmente nos olvidamos de que la Teología Dispensacional, la Teología del Pacto (o Teología del Reemplazo) y la Teología del Nuevo Pacto, juntamente con todas sus variaciones, no son infalibles, sino nada más esquemas de interpretación formulados para ayudarnos a entender mejor la revelación completa de las Escrituras. Los Dispensacionalistas ven las épocas como caracterizadas por dispensaciones o administraciones divinas distinguibles, mientras los Teólogos del Pacto niegan las distinciones dispensacionales, viendo a Dios como relacionándose con el hombre basado exclusivamente en pactos. Sus pactos, según ellos normalmente son tres: el pacto de la redención, el pacto de las obras, y el pacto de la gracia. Los Teólogos del Pacto dirían que las dispensaciones no son delineadas de manera explícita en la Biblia y por lo tanto fueron impuestas sobre las Escrituras por los Dispensacionalistas. Sin embargo, en realidad son los pactos de la redención, obras y gracia los que no son nombrados en las Escrituras. Pero responden diciendo que, aunque no son nombrados, sin embargo, están implícitos en las Escrituras. Sin embargo, no es cierto que las dispensaciones no son mencionadas en las Escrituras. La palabra oikonomía, que es traducida “dispensación” cinco veces en la Reina Valera de 1909, aparece un total de nueve veces en el Nuevo Testamento, y sus cognados oikonomos y oikonoméo aparecen once veces. La palabra oikonomos es una palabra compuesta de oikos, “casa,” y nomos “ley o regla.” Strongs define oikonomía como: “administración (de una familia o propiedad); específicamente «economía» (religiosamente): mayordomía, administración, comisión, dispensación.” Lo que confunde algunos es que “dispensación,” siendo una palabra antigua, usualmente es traducido con otra palabra como “administración” o “plan.” Lo que los Dispensacionalistas quieren enfatizar con el uso del término es que Dios ha estado revelándose a Sí Mismo progresivamente a nosotros a través de distintas administraciones o dispensaciones en que Dios nos gobierna y se relaciona con nosotros, o los de Su casa o familia, de distintas maneras a través de distintas etapas progresivas de desarrollo y revelación. Las dispensaciones de Dios son comparables a un padre que tiene una relación distinta con reglas distintas para cada uno de sus hijos en las diferentes etapas de su desarrollo. Un padre no se relaciona con su hijo adulto de la misma manera que hacía cuando el niño gateaba, ni tampoco tiene las mismas reglas para su hijo adolescente que administraba cuando tenía ocho años. De la misma manera, el gobierno dispensacional de Dios para la humanidad ha estado progresando de acuerdo con nuestro desarrollo de la infancia en Edén, a ser un varón maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef 4:13). Creo que incluso los Teólogos del Pacto reconocerían que la relación de Dios con Su pueblo es distinta ahora de lo que era, por ejemplo, en los días de Noé o en los días de Moisés. Sin embargo, no logran reconocer que Dios los llevó de allá para acá en etapas progresivas o dispensaciones conforme aprendían incrementalmente, y se desarrollaron en la revelación y conocimiento de Él y comprendieron la futilidad de una vida vivida independiente de Él. Aunque es cierto que no todas las dispensaciones son nombradas específicamente en la Biblia, las dos más significativas sí son nombradas – la presente Dispensación de la Gracia y la última Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos. Vamos a estar examinando estos con más detalle más adelante, pero aquí me gustaría nada más indicarlas. Pablo dice acerca de la última y gran dispensación – la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos: “dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.” (Ef 1:9-10) A Pablo le fue revelado el misterio que en la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos Dios va a reunir a todos en Cristo, tanto los que están en el cielo, como los que están en la tierra. Aunque veremos esto con más detalle más adelante, esto es la dispensación más significante, dado que es la culminación de todas las dispensaciones. El verdadero significado de este misterio permanece oculto todavía a la mayoría de los dispensacionalistas que tienden a equivocar esta dispensación por el Milenio. Sin embargo, el Milenio, igual como toda dispensación previa, termina en fracaso humano y juicio. El misterio que le fue revelado a Pablo es que siempre ha sido el plan de Dios reunir a todos en Cristo – incluyendo a todos en el cielo, en la tierra e incluso los que están debajo de la tierra (cf. Hch 3:21; 1Cor 15:22,28; Fil 2:10; Apo 5:13). Presento la base bíblica para la restauración final de todos en mi libro, “El Triunfo de la Misericordia.” Este misterio permanece oculto a los Dispensacionalistas Tradicionales que enseñan que la dispensación final terminará con la gran mayoría de la humanidad eternamente separada de Cristo, en vez de ser reunidos bajo Cristo como su cabeza. En Efesios vemos que principalmente fue a Pablo que le fue encomendado con la mayordomía de esta Dispensación de la Gracia en la que estamos viviendo ahora: “si es que habéis oído de la administración (oikonomía “dispensación”) de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, 7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas.” (Ef 3:2-9) Así que, vemos que a Pablo le fue encomendado la nueva economía o Dispensación de la Gracia, también llamada “el misterio de Cristo” que fue algo desconocida en las generaciones anteriores. Hubo un cambio en la dispensación o economía de Dios. La previa Dispensación de la Ley fue dada por medio de Moisés. Fue un ayo o guía para llevarnos a Cristo, pero ahora que estamos en Cristo ya no estamos bajo el ayo o Dispensación de la Ley (Gal 3:24-26; Rom 7:4,6). La Dispensación de la Ley fue administrada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vino por Jesucristo. Y a Pablo le fue encomendada con la mayordomía de la Dispensación de la Gracia, que es nada menos que la vida de Jesús – quien es ahora nuestra vida, siendo vivido en y a través de nosotros. El nuevo misterio revelado a Pablo para esta dispensación es “Cristo en nosotros,” y la mayordomía de este misterio le fue dado a Pablo. Él dijo: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; 25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios (oikonomía) que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, 26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de ESTE MISTERIO entre los gentiles; que es CRISTO EN VOSOTROS, la esperanza de gloria.” (Col 1:24-27) Hay un gran contraste entre la administración o dispensación anterior – la Dispensación de la Ley, y la Dispensación de la Gracia. El anterior trajo muerte, mientras el posterior dio vida. El anterior ministraba muerte de toda esperanza de auto-salvación por medio de las obras de la Ley, siendo llamado “el ministerio de muerte” (2Cor 3:6-8). La presente Dispensación de la Gracia nos da la vida misma de Cristo como nuestra vida (Gal 2:20-21; Col 3:4). Así que, ya hemos visto que hay al menos tres dispensaciones distintas con cada una progresivamente siendo edificada sobre la otra hasta que finalmente todos lleguen a la plenitud de Cristo en la dispensación final, la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos. Sin descontar el hecho que Dios también se relaciona con Su pueblo a través de pactos, podemos ver que las dispensaciones tienen un papel esencial en llevar a plena función el plan glorioso del Señor para las épocas que culminan en que Él sea todo en todos, en la eternidad. (1Cor 15:28). Falta aclarar cuántas dispensaciones o distintas administraciones pueden ser encontradas en las Escrituras, y también ver lo que podemos aprender de ellos. Básicamente, una nueva dispensación es introducida cuando Dios establece una administración distinta o nuevas reglas de casa en relación a Su pueblo. Basado en esta definición de oikonomía, los Dispensacionalistas generalmente han visto siete dispensaciones desde la creación hasta la consumación. Sin embargo, tomando en cuenta la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos, que es la culminación de todas las dispensaciones – el primer día de la nueva creación, veo ocho administraciones distinguibles en el plan de Dios para las épocas. En el próximo blog procuraremos comprender las lecciones eternas que cada uno nos brinde.
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