por George Sidney Hurd
El propósito de este blog es tripartite. Primero, espero demostrar que la manera en que las Sagradas Escrituras se describen a su propia inspiración, gramática y lógicamente requiere que estén sin error. Segundo, estaremos considerando cómo Dios pudo haber producido un texto perfecto usando autores humanos sin violar su libre albedrío. Y finalmente, quiero considerar brevemente lo que abarca la infalibilidad, y lo que debemos de anticipar ver en un texto infalible que ha sido inspirado por Dios y a la vez escrito por autores humanos. La Naturaleza de la Inspiración Divina requiere su Infalibilidad “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras (τα ιερα γραμματα), las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios (πασα γραφη θεοπνευστος), y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Tim 3:15-17) Bien entendida, la inspiración divina, como descrita aquí en 2Timoteo 3:16, excluye la posibilidad de error en cualquier porción de las Sagradas Escrituras. Dice aquí que es la Escritura la que es inspirada y no simplemente los autores humanos que la escribieron. Es el resultado final en sí que fue inspirado. La palabra griega traducida en el RVR como “inspirada por Dios” es θεοπνευστος, compuesta de θεος - “Dios,” and πνέω – “respirar o exhalar,” y es mejor traducida literalmente como “respirada por Dios” o “exhalada de Dios.” Jesús expresó el mismo concepto cuando Él dijo que, “no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mt 4:4). Para ilustrar esto, cuando yo quiero comunicar algo, elijo cuidadosamente las palabras correctas para expresarme de la mejor manera posible. Entonces, en el momento que doy expresión a mis pensamientos, sonando las palabras mientras exhalo, llegan a ser las palabras respiradas por mí hacia mi audiencia. Las Escrituras incluso refieren al hablar como “respirar” (Hch 9:1). Una vez que las palabras respiradas por mí han sido escritas, llegan a ser las palabras respiradas por mí en mis escrituras, y después otros pueden descubrir mis pensamientos leyendo lo que he escrito. De semejante manera, las palabras de las Sagradas Escrituras son palabras respiradas por Dios, habiendo salido de Su boca y comunicadas a, y a través de, los autores humanos mientras escribían. La mayor diferencia es que nosotros somos falibles y cometemos errores, mientras que Dios es verdad y no se puede errar. Lógicamente sigue, entonces, que toda Escritura es una expresión de la mente y voluntad de Dios, preservada para nosotros en forma escrita. Es por eso por lo que Pablo dice que la Escritura en su totalidad es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia. Unos que se oponen a la infalibilidad de las Escrituras intentan cambiar el orden de las palabras en 2Timoteo 3:16 de una manera que, según ellos, permite errores en algunas porciones de las Escrituras. En el griego, la primera frase del versículo simplemente lee, πασα γραφη θεοπνευστος και ωφελιμος… “toda escritura respirado por Dios y útil…” En el español el verbo “es” es implícito y tiene que ser agregado por los traductores. Los que niegan que las Escrituras estén sin errores argumentan que “es” debe de ser colocado al final de la frase. Eso lo haría leer: “Toda Escritura respirada por Dios es y útil…,” en vez de la traducción correcta que dice: “Toda Escritura es respirada por Dios y (και) útil…” Para poder poner “es” al final de la frase, tienen que, o eliminar la conjunción και totalmente del texto griego, o traducir και como “también” en vez de “y,” que es la traducción contextual más lógica. Sin embargo, esta lectura es descalificada por el mismo contexto, dado que es obvio en el verso anterior que Pablo quiere decir que cada Escritura de las Sagradas Escrituras es respirado por Dios. Lógicamente, si Dios es el fuente de toda porción de las Sagradas Escrituras, entonces tienen que ser infalible y sin error, así como Jesús afirmaba repetidas veces (Jn 17:6,14,17; Jn 10:35; Mt 5:18, etc.). ¿Cómo pudo Dios haber utilizado Humanos Falibles para producir una Escritura Infalible y sin Errores sin violar su propio Libre Albedrío? Los opositores a la infalibilidad argumentan que sería imposible que Dios utilizara a hombres falibles para producir una Biblia infalible sin violar su propio libre albedrío. Sin embargo, contrario a lo que algunos creen, El libre albedrío soberano de Dios no puede ser limitado por el libre albedrío del hombre. Por ejemplo, cuando el rey Saúl vino a llevar cautivo a David, el Espíritu del Señor vino sobre él y profetizaba toda la noche, aunque eso no fue su deseo ni su intención (1Sam 19:23-24). También, Dios inició los estados de éxtasis o visiones abiertas, a través de los cuales Él les hablaba a Pedro y a Pablo, dándoles revelaciones particulares (Hch 10:10-16; 22:17-21). Algunas porciones fueron de hecho dictados por Dios y los autores humanos simplemente escribieron lo que Dios les había dicho, algo como haría una secretaria (Deut 27:3,8; Jer 30:2; Isa 8:1; 30:8). En Apocalipsis, a Juan le fue mandado escribir lo que había visto 11 veces, y una vez incluso le fue prohibido a no escribir lo que había visto (Apo 1:11;19, cf. Apo 10:4). Claramente, las Escrituras llegaron a existir por la voluntad de Dios y no por el “libre albedrío” de los hombres. Sin embargo, aunque la soberanía de Dios no está limitada por nuestro libre albedrío, y de hecho Él a veces ha intervenido en contra de la voluntad de los hombres cuando fuera necesario, muy pocos que defienden la infalibilidad de las Escrituras dirían que Dios violó la voluntad de los autores humanos mientras escribían las Escrituras como haría un espíritu para producir escritura automática por un médium en estado de trance. El estilo de escribir de cada autor humano es evidente en las Escrituras, como también sus perspectivas y emociones personales. Entonces, ¿Cómo podría Dios producir las Escrituras sin error, utilizando autores humanos falibles, sin interferir con su libre albedrío? Creo que Pedro explica cómo. Él dijo: “entendiendo primero esto, que ninguna profecía (προφητεία) de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados (φερομενοι) por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:20-21) Pedro comienza diciendo que ninguna profecía (προφητεία) de la Escritura es de interpretación privada, o simplemente las opiniones de los autores humanos. La palabra προφητεία (propheteia) no refiere exclusivamente a predecir el futuro, como unos piensan. Se refiere a todo lo que habla uno bajo la influencia de la inspiración divina, con o sin referencia a eventos futuros. [1] Lo que Pedro está diciendo es que ninguna parte de la Escritura es simplemente las opiniones y creencias de los autores humanos. Esto contradice lo que afirman muchos eruditos Progresivos que argumentan que, cuando Dios inspiró a los autores humanos, Él de manera condescendientemente permitió la inclusión de las creencias erradas del antiguo Medio-Oriente, entre otros errores humanos. En el versículo 21, Pedro continua, explicando que ninguna Escritura fue nada más lo que querían decir los autores humanos, sino que los santos hombres de Dios hablaban siendo inspirados o movidos (φερομενοι) por el Espíritu Santo. La palabra traducido “inspirados” es φερω, (phero), y es usado en los Hechos para referirse al viento que mueve el barco en el mar (Hch 27:15). La idea expresada es de que el Espíritu Santo se movía sobre los autores humanos de tal manera que solamente escribieron lo que Dios quería que escribieran. Volviendo a la pregunta, cómo Dios podría utilizar a humanos falibles para producir una Escritura infalible sin violar a su libre albedrío, Pedro explica que los instrumentos humanos que Dios escogió no eran hombres voluntariosos comunes, requiriendo que Dios los sujetara con cabestro y con freno con tal de que digan lo que Él quería, sino que eran “santos hombres de Dios,” sobre los cuales el Espíritu Santo podía moverse sin resistencia, respirando a través de ellos las mismas palabras que están escritas en el texto sagrado. Eran hombres conforme al corazón de Dios que eran sensibles al mover del Espíritu conforme iba respirando las palabras de Dios a través de ellos. No hubo necesidad de que Dios frenara su libre albedrío, dado que su voluntad ya estaba rendida a Él, solo necesitando de la iluminación y mover del Espíritu. También, cuando uno toma en cuenta el conocimiento medio de Dios, en que él sabe, no solamente lo que uno diría de antemano, sino que también sabe lo que uno diría bajo otras circunstancias, haciendo posible que Dios obrara todas las cosas según la determinación de Su propia voluntad, llega a ser evidente que Dios podría preparar a sus vasos humanos de tal manera que expresarían de manera infalible Su propio corazón y mente. Dios es capaz de obrar en Sus vasos, tanto para querer, como para hacer Su buena voluntad (Filipenses 2:13). ¿En qué sentido es Infalible la Biblia? Como ya hemos visto, el propio estilo de escribir de cada autor humano puede ser observado en las Escrituras, así que, incluso las porciones que fueron dictados por Dios eran libremente escritas por los autores humanos, en vez de que sea algo semejante a la escritura automática donde un espíritu posee un médium y escribe con su mano mientras que está en estado de trance. También, vemos que Dios les dio libertad a los autores humanos a incluir asuntos personales que tienen poca o ninguna aplicación espiritual o autoritativa a nosotros, como Pablo diciendo cosas como, “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos” (2 Tim 4:13), o diciéndole a Timoteo que tomara un poco de vino para el estómago (1Tim 5:23). Aunque toda Escritura es igualmente inspirada, y por lo tanto confiable y sin error, no todas las Escrituras son directamente aplicables al creyente hoy en día. Lo que observamos en las Escrituras es la supervisión divina de Dios sobre lo que escribieron los autores humanos, que resultó en su plena infalibilidad verbal, sin la necesidad de que Él dictara cada palabra. Para mí, la Declaración sobre la Infalibilidad Bíblica de Chicago, formulado por un grupo de los líderes Evangélicos más prominentes en 1978, expresa muy bien la enseñanza de las mismas Escrituras sobre el tema de la inspiración: “Las Sagradas Escrituras, siendo la Palabra del propio Dios, escrita por hombres preparados y dirigidos por su Espíritu, tienen autoridad divina infalible en todos los temas que tocan; deben ser obedecidas como mandamientos de Dios en todo lo que ellas requieren; deben de ser acogidas como garantía de Dios en todo lo que prometen.” [2] “Siendo completa y verbalmente dadas por Dios, las Escrituras son sin error o falta en todas sus enseñanzas, tanto en lo que declaran acerca de los actos de creación de Dios, acerca de los eventos de la historia del mundo, acerca de su propio origen literario bajo la dirección de Dios, como en su testimonio de la gracia redentora de Dios en la vida de cada persona.” [3] El Espíritu Santo dirigió o supervisó a los autores humanos, moviéndose sobre ellos mientras que escribían, de tal manera que todas las afirmaciones de las Escrituras son las afirmaciones de Dios; todas sus enseñanzas son las enseñanzas de Dios; todos sus requisitos son los requisitos de Dios; y todas sus promesas son las promesas de Dios. ¿Cómo entender las percibidas Discrepancias en las Escrituras? Espacio aquí no permite más que una consideración muy breve de este tema. Para los que desean investigar el tema más a fondo recomiendo “The Big Book of Bible Difficulties” por Norman Geisler yThomas A. Howe, y “New International Encyclopedia of Bible Difficulties” por Gleason Archer. Aquí solo quiero enfatizar que muchos errores percibidos en las Escrituras son eliminados cuando tomamos en cuenta la riqueza de géneros literarios y los múltiples recursos literarios en las Escrituras. Su poesía tiene que ser entendida como poesía, sus alegorías como alegorías, sus hipérboles como hipérboles, narraciones como narraciones, etc. Hay al menos 10 distintos géneros literarios en la Biblia, y unos 20 distintos recursos literarios. Una vez identificados e interpretados como tales, la mayoría de las aparentes discrepancias en la Biblia desvanecen. En realidad, esta misma riqueza de variedad de estilo literario no es único a las épocas bíblicas, dado que la misma diversidad es presente en nuestra habla diaria. Solamente, estamos tan acostumbrados a usarlos que pasan desapercibidos. Algunos se perturban al ver diferencias en los detalles de las narraciones en los Evangelios porque piensan que deben de leer como un reporte policíaco y no como el género de literatura que son. Cada autor de los evangelios estaba escribiendo a una audiencia distinta, enfatizando diferentes detalles de la vida, enseñanza y ministerio de Cristo y dejando fuera otros detalles. Cuando un autor escribe una biografía, a menudo no la relata en un orden cronológico estricto, cubriendo cada detalle de la vida de uno en sucesión. A menudo comienzan describiendo un punto clave de la vida de uno, en vez de comenzar con su nacimiento, o a veces enfatizan ciertos detalles, mientras que otros, o describen de manera distinta, o los dejan fuera de la historia por completo. Hay casi la misma libertad de estilo en la literatura biográfica como hay libertad poética en la poesía. Lo asombroso es que, tomando en cuenta todo, ningunos de los críticos de las Escrituras han podido identificar positivamente ningún error o falsedad en los Evangelios. Aunque existen discrepancias percibidas, no están sin soluciones plausibles. Y, así como un acusado es inocente hasta ser probado culpable, de la misma manera, la Biblia es verdadera hasta que sea comprado que contenga errores. La Biblia ha estado en el juicio de los hombres por casi 2,000 años sin evidencias contundentes en su contra que sería admitidas en un corte de la ley. Algunos argumenten de que la Biblia contiene errores de la ciencia, geografía y cosmología. Mientras que no es el propósito de las Escrituras enseñar sobre los asuntos de la ciencia, sin embargo, tomando en cuenta el uso de recursos literarios en las Escrituras, llega a ser evidente de que no existen errores demostrables de la ciencia en la Biblia. Algunos, no tomando en cuenta el uso de lenguaje figurativa en la Biblia, suponen que la Biblia enseña una cosmología en la cual la tierra es plana. Sin embargo, tomando en cuenta su estilo literario, es evidente que la tierra es descrita de manera figurativa como si fuera un gran edificio. Dios dice a Job: “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba saliéndose de su seno, Cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad?” (Job 38:4-9). A través de las Escrituras, la misma manera figurativa de hablar es usado para describir la tierra como si fuera un edificio con pilares y cuatro ángulos, etc. ¿Querrá Dios que entendamos que Él literalmente uso un cordón inmensamente largo para medir la tierra antes de fundirla, o estaba Él nada más utilizando el terminología de un albañil? ¿Literalmente encerró Dios el mar con puertas, o estaba hablando figurativamente, comparando la tierra con un edificio? ¿Será posible que alguien en su juicio cabal entendería a Dios de manera literal cuando dijo que se vistió la tierra con las nubes, fajándola con la oscuridad? Por lo que yo entiendo, ni siquiera los de la sociedad de la tierra plana piensan que la tierra tiene cuatro esquinas. Claramente, todo esto es lenguaje figurativo, en vez de una enseñanza sobre la cosmología. Aún los científicos de hoy continuamente dicen cosas que no son cosmológicamente precisos como “se está bajando el sol” o “el sol me está pegando en los ojos,” pero nadie los corregiría diciendo que están errados. Aun si aquellos de la antigüedad hubieran creído que la tierra literalmente fuera un gran edificio con puertas encerrando el mar, y aún si los autores humanos hubieran pensado que la tierra fuera plana, que es algo muy dudoso, en ninguna parte de la Biblia nos enseña que la tierra es plana. La doctrina de la infalibilidad simplemente afirma que la Biblia está sin error en todo lo que enseña. Así que, el testimonio de la Escritura acerca de sí misma es que es la Palabra de Dios, eterna e infalible, escrito por los santos hombres de Dios, siendo movidos por el Espíritu Santo. Y a pesar del hecho de que la Biblia es la literatura más adverada de toda la literatura antigua, ha sido el más atacada y criticada en toda la historia. Sin embargo, después de casi dos milenios de ataques por los eruditos seculares más inteligentes, sigue siendo el libro de mayor venta de la historia, con unos 5 mil millones de copias vendidos. El segundo libro de mayor venta en la historia es “El Librito Rojo, Citaciones de Mao Tse-Tung,” que ha vendido 1.1 mil millones. Sin embargo, mientras que la Biblia sigue siendo el libro de mayor venta después de 1.900 años, hoy, solamente medio siglo después de el libro de Tse-Tung fue publicado por primera vez en 1967, muy pocos todavía están comprando su “Librito Rojo.” El testimonio de la Escritura acerca de sí misma se ha demostrado verdadero a través de los siglos cuando dice: “Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre.” (1 Pedro 1:24-25) [1] Louw and Nida Greek and English Lexicon. [2] https://sdejesucristo.org/wp-content/uploads/2017/03/declaracion_de_infalibilidad.pdf, articulo 2 [3] https://sdejesucristo.org/wp-content/uploads/2017/03/declaracion_de_infalibilidad.pdf, articulo 4
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