por George Sidney Hurd
-- Cuando las Escrituras hablan de la restauración final de todos, ¿realmente quiere decir que cada individuo finalmente será salvo y seguro en el redil, o puede la palabra “todos” ser de alguna manera limitada para solo incluir a los pocos que han tenido el privilegio de oír y responder positivamente al evangelio antes de su último respiro, o antes de la Segunda Venida de Cristo? Cuando Jesús dijo que atraería eficazmente (ἑλκύω) a todos a Si Mismo, ¿podría todos ser interpretado como algo menos que cada individuo? (Jn 12:32). Cuando Pablo dijo que Cristo es el Salvador de todos, especialmente de los creyentes, ¿podemos todavía afirmar que en realidad Él es nada más el Salvador de los que creen en esta vida fugaz? (1Tim 4:10). Tomando en cuenta que Pablo dijo, “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida” (Rom 5:18), ¿cómo es posible que la mayoría, sin embargo, será condenada eternamente al final? Aquellos que creen en la exclusión eterna de la mayoría, de alguna manera tienen que limitar “todos” para solo incluir a los pocos que han sido salvos en el curso de sus breves vidas. Sus intentos para limitar a “todos” a “algunos” son variados. Algunos argumentan que las referencias a la salvación y restauración de todos es simplemente hipérbole y por lo tanto no debe de ser entendido de manera literal. Otros dicen que solamente significa “algunos de todos los pueblos,” mientras que algunos Calvinistas hasta intentan argumentar que “todos” solamente significa “todos los elegidos.” He procurado mostrar las falencias de estos intentos de limitar el significado todo-inclusivo de la palabra “todo” en mis libros El Triunfo de la Misericordia y La Solución Universal, y también en varios de mis blogs, así que no voy a repetir mucho aquí. En este blog quiero responder al argumento de N.T. Wright donde él dice que estas referencias a “todos” deben ser entendidos como simplemente refiriéndose a todos de los hombres “tanto a judíos como gentiles.” Con referencia al uso de Pablo de “todos” en Romanos, él dice: “El punto que Pablo ha estado haciendo a través de Romanos…es que todos los hombres, tanto judíos como gentiles, están en el mismo plano ante Dios… Dentro de este contexto, la generalización correcta de ‘todos los hombres’ no es ‘todo hombre individualmente, sino ‘tanto hombres de los judíos como de los gentiles’” [1] Esta es una variación del argumento de que “todos” en estos contextos significa “todos sin distinción,” en vez de “todos sin excepción.” Aunque es cierto que Pablo enfatiza de que tanto judíos como gentiles están en el mismo plano ante Dios a través de su epístola a los Romanos, uno no puede ser consistente con la lógica de Pablo y negar que él quería decir “todos sin excepción” en vez de estar refiriendo simplemente a “todo pueblo, sea judío o gentil.” En los primeros tres capítulos Pablo establece que todos sin excepción hemos pecado, estando destituidos de la gloria de Dios, y no simplemente algunos entre todos los judíos y gentiles. En Romanos 3:12 él dice de manera enfática, “No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno (ni un solo individuo).” Entonces, en los versículos 22 a 24 él dice que la justificación gratuita es extendida a los mismos “todos,” diciendo: “Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron (sin excepción), y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados (presente pasivo) gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.” (Rom 3:22-23, paréntesis mío) Aquí Pablo declara que el mismo “todos” que han pecado están siendo justificados gratuitamente por la gracia de Dios por medio de la redención universal de Cristo Jesús. Aunque la justificación es un evento de una vez para siempre que ocurre en el mismo momento que uno cree, “siendo justificados” aquí aparece en el presente continuo pasivo, porque los pecadores están siendo justificados uno por uno conforme cada individuo cree. No existe manera para que un pecador sea justificado aparte de la fe en Cristo, pero en Cristo, nuestro Último Adán, la justificación ha venido a todos los hombres sin excepción, así como dice Pablo en Romanos 5:18: “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres (sin excepción), de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres (sin excepción) la justificación de vida.” (Rom 5:18, paréntesis mío) No es posible argumentar de manera razonable de que “todos los hombres” justificados son menos en número que “todos los hombres” condenados. La comparación paralela, “como…de la misma manera,” requiere que ambos “todos” sean los mismos “todos” y no menos o diferentes. Así, como el juicio, resultando en condenación, vino a cada individuo sin excepción, de la misma manera, la justificación vino a cada individuo, resultando en su justificación tan pronto como la reciban por la fe. A través de Romanos 5, Pablo hace contraste entre lo que toda la humanidad perdió en Adán, y lo que fue restaurado a los mismos todos en Cristo, el Último Adán. Examino las implicaciones de Romanos 5 en mi blog, La Reversión Universal. Sin embargo, a pesar de las implicaciones universales de Romanos 5, basado en su interpretación del versículo 17, N.T. Wright limita los “todos” que benefician de lo que logró el Último Adán a solo incluir a los pocos que activa y personalmente reciben a Cristo en esta vida. Es cierto que este pasaje, sacado de su contexto, podría ser entendido de una manera que aparenta contradecir todo lo que Pablo afirma a través del capítulo. El versículo 17 dice: “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.” (Rom 5:17) Wright, igual como con muchos otros Parcialistas, entiende “recibir” como refiriéndose al momento cuando activamente recibimos a Cristo. Sin embargo, como vemos a través de todo este pasaje, el contraste es entre lo que todos los hombres sin excepción reciben en Adán y lo que todos los hombres sin excepción reciben en Cristo, el Último Adán. La palabra “recibir” es la palabra griega lambano (que aparece 258 veces en el Nuevo Testamento), y tiene dos sentidos distintos: 1) activamente tomar o recibir, o 2) recibir como un recipiente pasivo. El contexto determina si el recipiente recibe activamente o pasivamente. Por ejemplo, en varios textos vemos que el recipiente recibe algo que ni desea recibir, como una justa retribución por la desobediencia (Heb 2:2), o un juicio mayor (Lucas 20:47). En otras instancias el recipiente recibe lo que ni está anticipando. Por ejemplo, todos en la casa de Cornelio estaban sorprendidos cuando los gentiles recibieron al Espíritu Santo (Hch 10:47). En estos ejemplos es obvio que el recipiente es pasivo. El erudito del griego, Marvin Vincent, correctamente aplica el sentido pasivo a Romanos 5:17, diciendo: “Ellos que reciben (hoi lambanontes). No ‘activamente recibiendo por creer’ sino simplemente siendo ‘los recipientes’.” [2] Aunque él no entra en mayores detalles, su rendición de lambano en el sentido pasivo es necesario, considerando el contexto. El contraste presentado a través de todo el pasaje es entre lo que todos los hombres reciben en Adán y lo que todos los hombres reciben en Cristo, el Último Adán. Así como todos los hombres pasivamente reciben la muerte, condenación y esclavitud al pecado por la desobediencia de un hombre, de la misma manera todos los hombres reciben vida, justificación, y dominio restaurado, a través de un hombre, Cristo, el Último Adán. Sin embargo, habiendo dicho esto, así como no todos los hombres entraron en la experiencia de la muerte, condenación y esclavitud al pecado de Adán en el momento en que Adán pecó, de la misma manera no todos entraron en la experiencia de la vida, justificación y dominio de Cristo, el Último Adán, en el momento en que Él murió y resucitó de los muertos. Así como cada hombre tiene que nacer en Adán para experimentar la muerte, condenación y esclavitud al pecado que él trajo sobre todos los hombres, de la misma manera, cada hombre tiene que ser vivificado o nacer de nuevo para experimentar la justificación y dominio que vino para todos los hombres cuando Cristo, el Último Adán murió y resucitó. De la muerte y resurrección del Último Adán está escrito, “Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante” (1Cor 15:45). Y otra vez, “así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados” (1Cor 15:22). Mientras es cierto que nadie recibe los beneficios de la justificación, santificación y vivificación en Cristo de una manera personal y experiencial hasta recibir la fe de Jesús para la salvación, lo que vemos es que todos, en su debido tiempo, llegarán a poner su fe en Cristo, sometiéndose a Él. Cada lengua finalmente confesará que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios. En Cristo todos serán vivificados. En esta época solamente los que lo reciben son regenerados y justificados, y están siendo santificados para ser recibidos por Él en Su venida, pero en su debido tiempo, todos estarán en Cristo – justificados, santificados y sujetos a Él como Señor. N.T. Wright también argumenta que, cuando Pablo dijo, “Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos” en Romanos 11:32, la palabra “todos” no debe ser entendido como todos individualmente, sino que “todos” tiene que ser generalizado para significar nada más “tanto judío como gentil.” Sin embargo, son los mismos “todos” que han sido sujetados a la desobediencia que recibirán Su misericordia en el momento en que reconocen su condición y claman a Él por misericordia. Romanos 11:32 resume lo que Pablo había establecido en los capítulos anteriores. En los primeros tres capítulos él demuestra que cada individuo es culpable ante Dios. Entonces, comenzando en 3:21, él introduce la misericordia de Dios, diciendo en el versículo 23: “por cuanto todos pecaron…siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.” Los mismos todos que eran desobedientes y bajo el pecado, son aquellos que después reciben la misericordia de Dios, siendo justificados por Su gracia. El problema es que Wright ve la misericordia de Dios como si solo durara por la vida de uno, cuando en realidad, las Escrituras declaran repetidas veces que Su amor nunca deja de ser y Su misericordia es para siempre. Respondo a los argumentos en contra de la salvación postmórtem en mi blog: Esperanza para los Muertos. Pablo mismo dice en Filipenses 2:10-11 que todos doblarán rodilla, confesándole a Jesucristo como Señor, no solamente los que están en el cielo y en la tierra, sino incluso todos los que están bajo la tierra. Eso es “todos sin excepción.” Y examinando el pasaje que Pablo aquí cita de Isaías, es evidente que son salvos todos sin excepción al doblar rodilla en rendimiento, confesándole a Jesucristo como Señor: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. 23 Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mí (λέγων LXX, “diciendo”) Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán” (Isa 45:22-24) Aquí Dios dice que Él incluso ha jurado por Sí Mismo que todos sin excepción mirarán a Él y serán salvos. Cada rodilla se doblará, y cada lengua hará juramento diciendo, “Ciertamente en el Señor tengo mi justicia.” La frase, “Y se dirá de mí,” fue añadida por los traductores, ocultando el hecho de que es cada lengua la que confesará para salvación. La versión de los LXX, que fue la traducción griega del Antiguo Testamento del cual citaba Pablo, simplemente dice que cada lengua tomará juramento de lealtad, diciendo que el Señor es su justicia. Las expresiones, “cada rodilla” y “cada lengua” no pueden ser generalizadas para solo significar “tanto judío como gentil,” como intenta hacer N.T. Wright. Hay otras instancias donde Pablo claramente y de manera enfática expresa “todo sin excepción,” y no nada más “todos sin distinción” o “tanto judío como gentil.” Aquí cito solamente un pasaje que no podría expresar “todos sin excepción” de una manera más clara. En Colosenses Pablo dice: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo (sin excepción) fue creado por medio de él y para él… 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.” (Col 1:16,20) Nuestra palabra “cosas” no tiene equivalente en el griego. Tampoco necesariamente indica el género neutro que el sujeto es un objeto, como en español. Cuando los traductores agregan nuestra palabra “cosas” en contextos que claramente refieren principalmente a personas y no a objetos inanimados, tomo la libertad de tachar la palabra “cosas” para mantener el enfoque en las personas y no los objetos inanimados. No es posible aplicar “reconciliación” a objetos inanimados porque es una palabra relacional que significa, “la restauración de una relación en la cual antes había enemistad.” No es posible expresar “todos sin excepción” de manera más enfática de lo que Pablo hace aquí. Él dice que todos que Cristo creó, sean en el cielo o en la tierra, visible o invisible – absolutamente todos, fueron reconciliados a Dios por la sangre de Su cruz. Ambas palabras, “reconciliación” y “restauración,” son relacionales e inseparables. Cuando el ofendido en una relación abre camino a la reconciliación, la relación es restaurada tan pronto como corresponda el ofensor, resultando en la restauración de la relación. Pedro habló de los tiempos de la restauración de todos, o lo que los Padres Primitivos Griegos llamaban la apokatastasis, o la restauración de todo ser racional a Dios: “y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración (ἀποκατάστασις, apokatastasis) de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.” (Hch 3:20-21 paréntesis mío) Aquí otra vez, aunque toda la creación, sea animada o inanimada será restaurada, la restauración, o apokatastasis, principalmente tiene que ver con la restauración de todo ser racional a Dios, así como los Padres Griegos lo entendían, en vez de la renovación de cosas inanimadas. Esta restauración hasta incluye Sodoma y Samaria, como vemos en Ezequiel: “Yo, pues, haré volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y haré volver los cautivos de tus cautiverios entre ellas, 54 para que lleves tu confusión, y te avergüences de todo lo que has hecho, siendo tú motivo de consuelo para ellas. 55 Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su primer estado; tú también y tus hijas volveréis a vuestro primer estado.” (Ezequiel 16:53-55) El hecho de que Dios está prometiendo la restauración final de los mismos habitantes de Sodoma y no alguna generación futura, es evidente, dado que toda la población fue eliminada cuando Él destruyó a Sodoma. No hay descendientes de Sodoma actualmente en la tierra para ser restaurados. Si Dios va a restaurar hasta los inicuos de Sodoma y Samaria, ¿cómo podemos seguir insistiendo que “todos” no significa “todos sin excepción” cuando habla de la salvación, reconciliación y restauración final de todos? Finalmente, si “todos” no significaba “todos sin excepción” para Pablo, entonces, ¿qué quería decir cuando él dijo que al final Dios será todo en todos, después de que todos son sujetados a Cristo y vivificados? (1 Cor 15:22-28). Si los “todos” solamente son algunos, un grupo pequeño representativo de unos entre los judíos y gentiles, ¿no implicaría eso que Cristo solo logrará sujetar a algunos entre todos los judíos y gentiles a Sí Mismo? Si es así, ¿cómo podemos decir que Dios llegará a ser todo en todos? ¿Debemos de entender de esto que Pablo solamente quiso decir que Dios llegará a ser todo en algunos judíos y gentiles? ¡Claro que no! Para mí, no es posible negar de manera razonable que al menos algunos pasajes de las Escrituras claramente enseñan la restauración final de todos sin excepción. Siendo así, es en vano que maquinan tantos argumentos enredados que desafían la lógica en un intento de limitar a “todos” a solamente incluir a “algunos” en la epístola de los Romanos. En la consumación de la Época de las épocas finales, todos sin excepción, habrán doblado rodilla en sujeción voluntaria a Cristo, resultando en que Dios sea todo en todos en la eternidad. El plan glorioso de Dios para las épocas culmina en todos reunidos en Cristo (Ef 1:10), en vez de un dualismo eterno con Dios y un remanente de la humanidad consistiendo de algunos judíos y gentiles en el cielo, y Satanás con la tercera parte de los ángeles de Dios y la mayoría de la humanidad eternamente en oposición a Dios en una cuarentena perpetua. En la eternidad no habrá ni siquiera una sola lágrima en toda la creación de Dios, porque Él habrá quitado el velo que cubre todo pueblo y destruirá la muerte para siempre. ¡Alabado sea Su nombre! “Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti TUS ENEMIGOS. 4 TODA la tierra te adorará, y cantará a ti; Cantarán a tu nombre.” (Sal 66:3,4) “Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. 7 Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. 8 Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros…” (Isa 25:7-8) [1] https://www.thegospelcoalition.org/themelios/article/towards-a-biblical-view-of-universalism/ [2] Vincent's Word Studies in the New Testament, Romans 5:17
0 Comments
Leave a Reply. |
CategorÍAs_____________
La Infalibilidad de la Biblia
El Amor de Dios
El Temor de Dios
La Cuestión del Mal
Entendiendo la Expiación
Homosexualidad y la Biblia
Reencarnación
El Teísmo Abierto
Respuestas a Objeciones:El Plan Glorioso de Dios
La Manifestación de los Hijos de Dios
¿Ha Rechazado Dios a Su Pueblo Israel?
La Trinidad y la Deidad de Cristo
La Preexistencia Eterna de Cristo
Preterismo vs. Futurismo
La Doctrina de 2 Evangelios
|