Considerando cómo diferenciar entre el Universalismo Bíblico y las Otras Variedades del Universalismo
por George Sidney Hurd En escribir este blog, tengo dos grupos de personas en mente. El primer grupo son aquellos que, habiendo sido malinformados, piensan que todas las formas del Universalismo están sin fundamento bíblico. Esto se debe principalmente al hecho de que muchos maestros y predicadores condenan categóricamente a todos los Universalistas, poniéndolos en la misma categoría general con el Liberalismo Pluralista y Heterodoxo. La mayoría ignoran por completo el hecho de que existen argumentos sólidos y sanos para la creencia de que finalmente todos serán salvos y restaurados, y que, lejos de ser poco ortodoxo, el Universalismo Bíblico en realidad era la doctrina prevalente en la Iglesia Primitiva durante los primeros cinco siglos hasta que Constantino politizó el cristianismo y San Agustín popularizó la doctrina del castigo eterno. Demuestro esto en mi primer blog, El Testimonio de los Padres. El Segundo grupo de individuos que tengo en mente en este blog son aquellos que han llegado a creer de las Escrituras que todos finalmente serán salvos, pero se sienten abrumados y confundidos por tantas creencias diversas y a menudo contradictorias entre los que creen en el Universalismo Cristiano. Como un Universalista Conservador, veo dos categorías básicas de Universalistas Cristianos: 1) Los que creen que las Escrituras son infalibles y derivan su doctrina de la salvación universal únicamente de las Escrituras, y, 2) Los que niegan la infalibilidad de las Escrituras y por lo tanto sienten libertad para basar su doctrina de la salvación universal en lo que ellos mismos consideran razonable. Dado que no creen que todas las Escrituras son inspirados por Dios, se sienten libres para aplicar o rechazar porciones de las Escrituras, formulando doctrinas según sus propios juicios morales y razonamiento filosófico. Es inevitable que aquellos que fundamentan sus creencias únicamente en las Escrituras no difieran en algunos puntos de doctrina, debido a que todos somos falibles en nuestro entendimiento de las Escrituras. Sin embargo, donde las creencias confusas y erróneas son más prolíficas es entre aquellos que dependen principalmente de su propia razón y sensibilidades para su entendimiento, en vez de basar sus doctrinas en las Escrituras únicamente. Una vez abandonada la infalibilidad de las Escrituras, ya no existe una norma objetiva de verdad sobre la cual podemos fundamentar nuestras doctrinas, y la tendencia es desestructurarse, pasando de certidumbre y convicción, a duda y confusión, a menudo resultando en el naufragio de la fe. En este blog, voy a estar considerando brevemente estos dos grupos con sus subgrupos principales para ayudar a aquellos que creen en la infalibilidad de las Escrituras a distinguir entre las formas del Universalismo bíblico y las diversas formas no bíblicas. Si tienes dudas acerca de la doctrina de la infalibilidad de las Escrituras, recomiendo que primero leas mi serie de blogs sobre ese tema en mi página web: The Evangelical Conservative Universalist. A través de este blog, voy a proveer vínculos subrayados en el texto o en paréntesis que sustentan u ofrecen más explicación de muchos de los puntos que solamente menciono brevemente de paso. El Universalismo Bíblico Cuando digo Universalismo Bíblico, me refiero a los Universalistas que creen en la infalibilidad de las Escrituras y, por lo tanto, derivan su doctrina acerca de la salvación final de todos, solamente de las Escrituras. El título, El Universalismo Conservador, es esencialmente lo mismo que el Universalismo Bíblico, dado que los cristianos conservadores defienden y conservan la fe una vez dada a los santos en las Escrituras. En contraste, los Progresivos argumentan que hemos superado de edad a las Escrituras, y por lo tanto, necesitamos rechazar o reinterpretar muchos pasajes de las Escrituras en el nombre del progreso. El inconveniente del nombre Universalismo Conservador es que se confunde fácilmente con el conservatismo político. Aunque algunos prefieren otros títulos, como el Universalismo Evangélico, el Universalismo Patrístico o el Universalismo Trinitario, estos nombres pueden ser engañosos, dado que muchos que se identifican por ellos ya no creen en la infalibilidad de las Escrituras. Por ejemplo, los Padres de la Iglesia Primitiva defendían la infalibilidad de las Escrituras, y creían en la Expiación Sustitutiva Penal de Cristo, y, sin embargo, muchos hoy en día que llevan el nombre, Universalismo Patrístico, niegan uno o ambos de estos elementos esenciales. Demuestro que los Padres Primitivos creían en la Expiación Sustitutiva Penal en mi blog, “Los Padres Primitivos y la Expiación Sustitutiva Penal.” Los Universalistas Bíblicos creen que la salvación y el perdón de pecados solo es posible por medio de la Expiación Sustitutiva Penal de Cristo por nuestros pecados, y que uno necesita creer en el Señor Jesucristo, recibiéndolo para ser salvo y nacido de nuevo, y así se recibe la vida eterna de Dios (Jn 1:12-13; 3:16; 8:24; Rom 3:22; 3:28; 3:30; Gal 2:16; 3:8; 3:24; Ef 2:8; Fil 3:9; 2Tim 3:15 ; Hch 16:31; etc.) Los Universalistas Bíblicos creen en la Trinidad y en la plena deidad de Cristo. Creen en la existencia de un Satanás personal, ángeles caídos y demonios que buscan robar, matar y destruir y que necesitan ser resistidos en el nombre de Jesús. Creen en una sola resurrección de los muertos, en contraste con la reencarnación. En general, los Universalistas Bíblicos creen las mismas doctrinas que otros Evangélicos, excepto que entienden, igual como los Padres de la Iglesia, que el infierno es eonian, en el sentido de que no es eterno, sino que continúa en las épocas venideras, y su propósito principal es corrección y restauración, en vez de tormentos sin fin. Entre los Universalistas Bíblicos uno encuentra Carismáticos que creen que los dones del Espíritu siguen operando hoy, como también los Cesacionistas que creen que los dones sobrenaturales cesaron en el primer siglo. Unos ven el libre albedrío como predominante, como los Arminianos, mientras que otros creen en el determinismo divino, como muchos Calvinistas. Tomando en cuenta el conocimiento medio de Dios en lo cual Él no solamente sabe lo que va a suceder, sino que también lo que sucedería bajo otras circunstancias, creo que nuestra salvación es logrado por medio de una perfecta interacción entre ambos, el libre albedrío del hombre, y la soberanía de Dios, que, de manera infalible, resulta en que todos finalmente habrán sido atraídos eficazmente a Cristo sin violar la voluntad del hombre ni comprometer la soberanía de Dios (Isa 45:22-24). Demuestro como el Universalismo armoniza con las Escrituras de una manera que el Arminianismo y el Calvinismo no pueden hacer en mi libro: “La Solución Universal.” Así que, los Universalistas Bíblicos creen en todas las doctrinas ortodoxas que la Iglesia ha mantenida a través de la historia, incluyendo la doctrina de castigos postmórtem en Gehena o el Lago de Fuego. La única diferencia es acerca de la naturaleza, propósito y duración de los castigos postmórtem de Dios. Presento un estudio comprensivo del fundamento bíblico para la creencia en la naturaleza temporal y restaurativa de los castigos de Dios, y la restauración final de todos, en mi libro: “El Triunfo de la Misericordia.” Habiendo considerado brevemente lo que es el Universalismo Bíblico, ahora podemos dirigir nuestra atención a lo que considero ser algunas de las formas aberrantes del Universalismo. Desafortunadamente, los opositores del Universalismo casi siempre ignoran los argumentos sustanciales de los Universalistas Bíblicos, atacando el blanco fácil de las formas aberrantes de los Universalistas Progresivos y Liberales. Aunque las creencias entre aquellos que abandonan la doctrina de la infalibilidad son difíciles de categorizar debido a su diversidad, veo que generalmente caen en tres categorías: 1) el Universalismo Liberal, 2) el Universalismo Progresivo y 3) Formas Híbridas y Extrabíblicas del Universalismo. I. El Universalismo Liberal El Modernismo surgió con el Siglo de las Luces y su anti-sobrenaturalismo racionalista en el siglo XVIII. Debido a que la Biblia es un libro sobrenatural de tapa a tapa, fue el blanco del ataque contra todo lo sobrenatural. Negaban todo lo que no tenía explicación racional o lo que no tenía evidencias empíricas. La afirmación de la Biblia como la Palabra de Dios fue negada, junto con la concepción virginal de Cristo y Su deidad y la Trinidad. La Expiación Sustitutiva Penal de Cristo por nosotros fue rechazada y reemplazada con un evangelio social Pelagianista. El resurgimiento de la doctrina bíblica de la Salvación Universal, que comenzó con la Reforma y floreció en el siglo XIX, resultó en la formación de la Convención Universal, también conocida como la Iglesia Universalista de América, que, por un tiempo breve, era la tercera denominación más grande en los Estados Unidos. Sin embargo, después sucumbió al Liberalismo Unitario, formando lo que hoy en día se conoce como la Asociación Universalista Unitaria. En el año 2006, menos de 20% de sus miembros todavía se identificaban como cristianos.[1] II. El Universalismo Progresivo Hace cincuenta años, comenzando con la revolución cultural de los Hippies, el Modernismo anti-sobrenatural comenzó a ser reemplazado con el Postmodernismo, que abandonó la certidumbre Modernista para un Relativismo Progresivo que abraza la incertidumbre y lo sobrenatural. El hombre no puede vivir mucho tiempo en el vacío del materialismo secular sin la creencia en lo sobrenatural, y la revolución cultural de los años ’60 y ’70 era un rechazo del materialismo secular naturalista. Aun antes de la revolución cultural, a comienzos del siglo XX, teólogos como Karl Barth y Tomás F. Torrance, reaccionando contra el Liberalismo, comenzaron a formular una nueva teología que llegó a ser conocido como la Neo-Ortodoxia. Aunque todavía negaban la infalibilidad de las Escrituras como fue defendida por Charles Haddon Spurgeon y después por A. A. Hodge y B. B. Warfield de Princeton, los de la Nueva Ortodoxia argumentaban que la Biblia, sin embargo, contiene la Palabra de Dios en el sentido de que es un testigo de Cristo, el cual, para ellos, es la única verdadera Palabra de Dios. Barth, a la vez que afirmaba el origen divino de la Biblia, sin embargo, se oponía a la doctrina de la infalibilidad, diciendo, “es pura necedad y desobediencia intentar encontrar elementos infalibles en la Biblia.” [2] T. F. Torrance, de la misma manera, despreciaba la creencia en la infalibilidad diciendo: “Nosotros inventamos la idea de la infalibilidad porque necesitaba otro mediador entre Dios y el hombre adicional a Jesús.” [3] Este mismo desprecio a las Escrituras se ve entre los Universalistas Progresivos hoy en día. Por ejemplo, Steve McVey dice: “Si quieres decir que la Biblia es la palabra con un minúsculo p, que es una de las maneras en que Dios se comunica con nosotros, estoy de acuerdo con eso.” [4] “En el sentido literal, la Biblia no es la Palabra de Dios – Jesús es. [5] Brian Zahnd muestra un desprecio descarado hacia la Biblia en su libro, “Sinners in the Hands of a Loving God” (Pecadores en las Manos de un Dios de Amor), cuando dice: “Jesús es el Salvador de todo lo que necesita ser salvo…incluyendo la Biblia. Jesús salva la Biblia de sí misma!” [6] Entre los Progresivos he oído comentarios despreciativos en contra de la Biblia como: “Creo en la Palabra infalible de Dios, y Él tiene una barba.” Lo que no toman en cuenta es la enseñanza de Jesús Mismo acerca de la infalibilidad de la Palabra de Dios escrita. Él llamaba la Escritura la Palabra de Dios y dijo que no puede ser quebrantada (Jn 10:35; Mt 5:18). Demuestro la falencia de despreciar la palabra escrita de Dios en el nombre de Jesús en mi blog: “¿Qué Significa la Palabra Palabra para Jesús?” Universalistas Inclusivistas Hay tres creencias principales entre los Universalistas en cuanto a la manera en que uno puede ser salvo. Los Universalistas Bíblicos son Exclusivistas, que significa que uno tiene que creer en el evangelio personalmente y recibir a Cristo para ser salvo (Rom 10:13; Marcos 16:16; Hch 16:31). Eso es la razón por qué la mayoría de los Universalistas Bíblicos son evangélicos, sacrificándose para predicar el evangelio hasta los fines de la tierra. En contraste con esto, unos Universalistas Progresivos y Liberales son Pluralistas, enseñando que Jesús no es el único camino a Dios, sino simplemente uno de muchos caminos que llevan a Dios. Sin embargo, las Escrituras son muy enfáticos en declarar que Jesús es el único camino al Padre (Jn 14:6; Hch 4:12). Una creencia más reservada de muchos es la de los Inclusivistas, quienes, mientras insisten en que Cristo es el único camino a Dios, sin embargo, argumentan que no es necesario que uno crea de manera explícita en la persona y obra de Jesucristo para ser salvo. Para ellos, uno puede ser salvo por una fe implícita en la revelación general de Dios, sin siquiera haber oído ni respondido de manera positiva al evangelio. Ellos razonan que la fe de uno no necesita ser cognitiva, con tal de que sea sincera y reverente. De esta manera, hacen posible que uno sea salvo sin siquiera haber oído de Cristo. Un budista, musulmán, o incluso un ateo sincero, puede ser salvo por el sacrificio de Cristo de una vez por siempre en el Calvario, sin haber creído de manera consciente en Él, ni oído de Él. Refieren a aquellos que, según ellos, son cristianos sin saberlo, como “cristianos anónimos.” Sin embargo, un número creciente de Universalistas Progresivos y Liberales están pasando del Pluralismo y Inclusivismo a una forma radical de Inclusivismo que dice que no es necesario que uno crea en el evangelio para ser salvo, dado que todos ya fueron salvos hace 2.000 años en la cruz. Esta nueva doctrina fue popularizada por Carlton Pearson en su libro: “The Gospel of Inclusion: Reaching Beyond Religious Fundamentalism to the True Love of God and Self,” (El Evangelio de la Inclusión: Yendo Más Allá del Fundamentalismo Religioso al Verdadero Amor a Dios y a Uno Mismo) publicado en 2007. Desde entonces, Pearson ha desestructurado su fe aún más, creyendo en la Expansión de la Consciencia y el Nuevo Pensamiento de la Nueva Era. Considero las falencias de esta nueva forma del Inclusivismo en mi blog: “¿Qué Debo Hacer para ser Salvo?” A menudo redefinen el pecado, presentándolo como si no fuera algo que cometemos contra Dios, sino simplemente contra uno mismo. Esto hace innecesaria la Expiación Sustitutiva Penal de Cristo. Dado que el pecado no es contra Dios, ellos también niegan que el hombre haya estado separado de Dios, excepto en su propia mente. Considero esta y otras falencias relacionadas en mi blog: “Borrando las Distinciones Bíblicas.” La Negación de un Infierno Postmórtem Aunque Universalistas Bíblicos niegan que el infierno es eterno, ellos sin embargo creen en la realidad de alguna forma del infierno en el más allá, así como creían los Padres Primitivos de la Iglesia. Sin embargo, muchos Universalistas Progresivos hoy en día niegan que existe un infierno aparte de lo que hacemos para nosotros mismos en esta vida. Aunque el espacio aquí no nos permite considerar el propósito y duración del infierno en detalle, las Escrituras son muy claras en que habrá castigos y correcciones postmórtem para los impíos, tanto en el Hades, como también en el Lago de Fuego para aquellos que aún no se hallen escritos en el Libro de la Vida en el juicio del Gran Trono Blanco. Muchos Universalistas Progresivos niegan el estado consciente del alma en el Paraíso o en el Hades después de la muerte. Don Keathley, en su libro reciente, “Hell’s Illusion (Exposing the Myth of Hell),” dice que el único infierno que uno experimentará es el infierno que sufrimos en nuestra mente cuando hemos sido programados por la religión a creer en el mito del infierno. Él dice que no hay necesidad de recibir a Cristo para ser salvo del pecado, el infierno y la ira venidera, porque jamás fuimos separados de Dios. Según él, nuestros pecados no son contra Dios, sino contra nosotros mismos, y por lo tanto, no hay retribución divina de Dios para los no arrepentidos en el infierno. Él dice: “No existe tal destino después de pasar del mundo físico a un lugar llamado el infierno, aun si no has hecho la oración mágica.” [7] La “oración mágica” a que se refiere es la oración de arrepentimiento y fe cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Considero las falencias de la doctrina del sueño del alma en mi libro “Exterminación o Restauración?”, y también en mi blog: “¿Es Seol el Sepúlcro? ” III. Formas Híbridas y Extrabíblicas del Universalismo Los Universalistas Hiper-Dispensacionales de los Dos Evangelios Quiero mencionar un grupo más que ha ocasionado mucha confusión entre los Universalistas. Son aquellos que promueven la doctrina de dos evangelios. Esta doctrina fue desarrollada por A. E. Knoch a comienzos del siglo XX. Él también hizo la traducción de la Biblia Concordant Literal Version. Fue excomulgado de los Hermanos Plymouth por su espíritu contencioso y sus doctrinas erróneas. Él negaba la Trinidad y la plena deidad de Cristo, insistiendo que, aunque el Hijo es exaltado por encima de toda la creación y fue creado antes de todas las cosas, incluyendo el tiempo, Él, sin embargo, de alguna manera, era una criatura creada por Dios en un punto de tiempo en la eternidad antes del tiempo. De alguna manera él no logró comprender el hecho de que no puede haber comienzos en la eternidad antes del tiempo. Mientras que él no negaba la infalibilidad de las Escrituras, él relegaba a todo el Nuevo Testamento, a acepción de las epístolas de Pablo, a una dispensación previa, así prácticamente invalidando el resto de las Escrituras para el cristiano hoy en día. El maestro que más promueve esta doctrina de los dos evangelios hoy en día es Martin Zender. Considero las falencias de su variación de Universalismo Hiper-Dispensacional en una serie de cuatro blogs, comenzando con el blog, “¿Hay Dos Evangelios en el Nuevo Testamento?” Conclusión Existen otros desvíos del Universalismo Bíblico que podríamos señalar, pero, por el espacio, no voy a elaborar más aquí. Una vez que nos apartemos de las Escrituras como la única infalible y autoritativa fuente de fe y doctrina, la tendencia es, o devolucionarse en un pantano de subjetividad, como hacen los Progresivos, o sobre imponer doctrinas de hombres encima de las Escrituras, como vemos con la doctrina de los dos evangelios de Knoch. Quiero enfatizar el hecho de que ningunas de estas tres categorías son exclusivas del Universalismo. Las mismas categorías existen entre aquellos que creen en el castigo eterno, incluyendo la doctrina de los dos evangelios. Aplicando el lema de los Reformadores, Sola Scriptura, y escudriñando las Escrituras como hacían los de Berea para ver si lo que nos han dicho es de acuerdo con lo que la Biblia realmente enseña, comenzamos a descubrir el plan glorioso de Dios para las épocas que culmina en todos siendo restaurados y reunidos en Cristo, y Dios llegando a ser todo en todos al pasar de la esfera del tiempo a la eternidad. [1] https://en.wikipedia.org/wiki/Universalism#cite_note-110 [2] Karl Barth, Church Dogmatics, I/2, ed. G. W. Bromiley and T. F. Torrance (Peabody, MA: Hendrickson Publishers, 2010), 531. [3] Q & A Session (FGC 2016) Video 27:00 [4] Steve McVey: The Word of God is. Video 17:50 [5] Steve McVey: The Word of God is. Video 22:00 [6] Zahnd, Brian. Sinners in the Hands of a Loving God: The Scandalous Truth of the Very Good News (p. 57). The Crown Publishing Group. [7] Keathley, Don. Hell's Illusion (p. 46). Don Keathley. Kindle Edition.
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